31 de julio de 2015 | DERECHOS HUMANOS |
Carmen Gloria Quintana: "Basta ya de ´justicia en la medida de lo posible´"
Un vuelco en el denominado "Caso Quemados" ha dominado los titulares de la prensa chilena, luego de que uno de los ex conscriptos que estuvo involucrado en este, después de 29 años decidiera romper el "pacto de silencio" y contara la verdad de lo ocurrido aquella noche en la que un oficial de las Fuerzas Armadas de Chile le prendiera fuego a Carmen Gloria Quintana y a Rodrigo Rojas.
Carmen Gloria Quintana se encuentra por estos días en Chile, debido a que su caso se ha reactivado. El juez Carroza ha ordenado la detención de una decena de ex militares y Quintana exige que esta vez se haga justicia.
"Basta ya de impunidad. Basta ya de justicia ´en la medida de lo posible´", manifestó la sicóloga, en una rueda de prensa este viernes después de haberse reunido con el Ministro de Defensa, José Antonio Gómez. Carmen Gloria enfatizó que esta es una oportunidad única, para las FFAA, de "desmarcarse de lo que fue la dictadura, entregando toda la información que tienen en su poder".
Por: Marisol Aliaga
El viejo dicho de "La justicia tarda pero llega" tal vez se haga realidad en Chile, ahora que se han reabierto los casos del asesinato al cantautor Víctor Jara y del denominado "Caso Quemados".
Estos hechos sólo conmocionaron al país entero, también traspasaron las fronteras, debido a la crueldad y la cobardía manifestada por los perpetradores.
Asombra la energía demostrada por Carmen Gloria Quintana, quien al parecer no ha tenido un momento de descanso desde que llegara a Chile, para participar en el proceso en contra de sus victimarios.
Su lucha porque se haga justicia tuvo un vuelco, después de que el ex conscripto Fernando Guzmán, luego de 29 años de guardar silencio, decidiera aliviar su conciencia y revelar qué fue lo que realmente ocurrió la noche del 2 de julio de 1986.
- El asesino se llama Julio Castañer, dice el ex conscripto, en el reportaje de "En la Mira".
La nueva versión de Guzmán coincide con lo que siempre ha dicho Carmen Gloria.
Su compañero de desgracia, Rodrigo, no sobrevivió el alevoso ataque y falleció, después de cuatro días de agonía. El reportaje del canal chileno Chilevision relata exhaustivamente y crudamente la historia. De cuando Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana, de19 y 18 años de edad, fueron detenidos por una patrulla de militares. De cómo fueron asediados, golpeados, y rociados con bencina.
Según cuanta Guzmán, el oficial al mando gozaba intimidando a Carmen Gloria, acercándole un encendedor, amenazándola e insultándola. Obviamente que el encendedor hace fuego y la joven es consumida por las llamas. Lo mismo ocurre con Rodrigo, ambos se transforman en antorchas humanas, y se tiran al suelo rodando, tratando de apagar las llamas. Al cabo de algunos minutos, ambos tienen practicamente todo el cuerpo quemados, ante las burlas y las risas de los militares, ninguno de éstos tuvo un mínimo gesto de humanidad, ante los jóvenes quemados. Así como están, calcinados, los tiran al piso de la camioneta y los comienzan a patear hasta que ambos pierden el conocimiento. Más tarde son arrojados en una zanja al borde del camino, lejos de cualquier centro asistencial.
Al cabo de unas horas y a duras penas, los jóvenes consiguen ponerse en pie y caminar hasta la posta más cercana, en Quilicura, en las afueras de Santiago. "¡Mira lo que nos han hecho estos desgraciados!" cuenta Carmen Gloria que le dijo entonces a Rodrigo.
- Parecíamos unos zombis. Rodrigo tenía todo el cabello quemado, los ojos salidos, y le colgaban pedazos de carne de sus manos. Seguramente yo me veía de la misma forma, agrega.
Con más del 60 % de su cuerpo quemado, la joven logró sobrevivir, después de más de cincuenta operaciones y de los esfuerzos de los médicos y las enfermeras que no se dejaron intimidar por las autoridades. Más tarde, y en gran medidad gracias a la solidaridad internacional, Carmen Gloria podía viajar a Canadá, para someterse a más tratamientos, y en la actualidad es la agregada científica en este país.
Rodrigo no tuvo la misma suerte. El joven había llegado de vuelta al país de origen de su madre, exiliada en los Estados Unidos y se desempeñaba como reportero gráfico para una agencia internacional. Le apasionaban la fotografía y la lucha por los derechos humanos, lo cual resultó ser una combinación muy peligrosa, en plena dictadura.
- Ellos andaban a la siga de Rodrigo, dijo en una entrevista reciente Verónica de Negri, la madre de Rodrigo. En un conmovedor relato cuenta que su hijo quería dar testimonio, antes de morirse, y que "esperó a que yo llegara".
Esta madre, de una entereza asombrosa, no ha dejado de luchar porque se haga justicia por su hijo. Pero no sólo eso. "Cuando se haya hecho justicia en el caso de mi hijo, comenzaré con lo mío", explicó en una entrevista con CNNChile, donde contó que había sido torturada.
Durante estos 29 años, Verónica de Negri no ha llorado por su hijo. "Si lloro, pierdo energía. Y la necesito", afirmó.
Ahora, después de 29 años de un "pacto de silencio", de un pacto de la ignominia, es posible que ambas mujeres logren, por fin, que se castigue a los culpables. Ambas ven que se ha prendido una luz de esperanza.
Pero este es solamente uno, de los 1.100 casos que están en curso en Chile, en relación a violación a los Derechos Humanos.
"Ya basta de justicia ´en la medida de lo posible´"
En una rueda de prensa, luego de haberse encontrado con el titular de Defensa, José Antonio Gómez, Carmen Gloria Quintana expresó que se había reunido con asociaciones que luchan por los Derechos Humanos.
- Ya basta de impunidad. Ya basta de "justicia en la medida de lo posible", dijo, refiriéndose a la famosa frase dicha por el primer presidente chileno a la vuelta de la democracia en Chile, Patricio Aylwin, al presentar el "Informe Rettig". (*)
E hizo un llamado a las Fuerzas Armadas a asumir responsabilidades y a "actuar en forma seria, como corresponde a un Estado de derecho":
- Esta es una oportunidad para las Fuerzas Armadas de desmarcarse de lo que fue la dictadura, y entregar toda la información respecto a todas las violaciones a los Derechos Humanos. A entregar todos los archivos y documentos y y poner a disposición de la justicia a todos los responsables, desde altos rangos, a cargos menores. Pensamos que si este comandante en jefe no es capaz de asumir esta responsabilidad histórica en que el país lo pone, debe renunciar hasta que aparezca un soldado valiente que asuma esta responsabilidad.
Quintana consignó además que su caso es uno, entre miles, y que es necesario que se establezca la verdad y la justicia en todos los casos de violaciones a los DDHH donde están implicadas las FFAA.
Otra petición es que se degrade a los militares implicados en estos crímenes, de lesa humanidad, y que además se les retiren sus millonarias pensiones.
Este viernes se supo que archivos de EE.UU. detallan como Pinochet encubrió el "caso Quemados" lo cual le da la razón tanto a Verónica de Negri, como a Carmen Gloria Quintana. La posición de ambas es de que Fernando Guzmán es también una víctima - a pesar de la responsabilidad personal que le cabe - pero que las órdenes venían desde arriba. Desde Pinochet.
Respecto a esto, Carmen Gloria subrayó:
- Queda en evidencia toda esta política institucional de encubrimiento a los crímenes y violaciones a los DDHH que se cometieron durante la dictadura. Es cierto que no se movía una hoja si Pinochet no lo sabía. Por lo tanto Pinochet es el autor encubridor de este grave atentado de violaciones a los DDHH. El caso Quemados es un caso más, dentro de la sistemática violación a los DDHH. Todos sabemos que Pinochet estaba perfectamente informado y no solo él, sino también sus ministros y el conjunto de las FFAA. Esto es grave, muy grave, porque se confirma la tesis de que al interior del ejército existe hasta el día de hoy una política sistemática de encubrimiento, de la mentira y de la impunidad en todos los casos de DDHH, la que se sostiene hasta el día de hoy. Si el comandante en jefe, Oviedo, no entrega actos, no hace hechos, vamos a pensar que está encubriendo también todos estos crímenes.
(*) En una entrevista con El País (de España), Patricio Aylwin explica qué quiso decir con estas palabras: "Usé esa frase, y la puse en práctica, con el fin de crearle conciencia a la gente de que no era cuestión de que nosotros llegásemos y que al día siguiente hubiese democracia para todos, sino que era un proceso. Y que este proceso seguía con el ex dictador de comandante en jefe del Ejército", explicó. Enlace al artículo El presidente se confiesa.
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