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Diversas personalidades posaron con un velosobre sus cabellos, para manifestar su apoyo a la mujer golpeada. Foto: Gp.se.

 

30 de agosto de 2013 |COLUMNAS |

Alexandra Pascalidou: Los que odian el velo musulmán contribuyen a la opresión

A mediados del mes de agosto una joven madre de tres hijos, y embarazada, fue brutalmente golpeada en un barrio periférico de Estocolmo. Todo hizo suponer que el motivo de la agresión fue que la mujer cubría su cabello con un velo islámico. Como respuesta al brutal ataque, que la policía catalogó como un "delito de odio", algunas personas hicieron un llamado para que las mujeres protestaran sacándose una foto con un velo en sus cabellos. Sin embargo, otros criticaron la acción, expresando que no era la respuesta más adecuada. El debate se mantuvo en el tapete por unos días, y la periodista Alexandra Pascalidou dio su opinión al respecto.

 

Fuente: Metro/22-08-2013/Alexandra Pascalidou. Traducción: Magazín Latino

 

Nos descubrieron. Un pedazo de tela ha resultado ser un anatema para aquellos que quieren transformar el velo musulmán en un sinónimo de opresión. Paradojalmente contribuyen a la opresión al culpar y estigmatizar a las mujeres que usan el velo. Contribuyen a la opresión al querer prohibir y así criminalizar una prenda femenina. Aquellos que acusan a las mujeres que usan velo de ser víctimas de sus propias culturas machistas y misóginas, hacen ellos mismos lo que pueden para objetivar y colectivizar a las mujeres y encerrarlas en el rol de víctimas.

Comenzó con un ataque en contra de una mujer joven embarazada usando Hiyab. El agresor le golpeó la cabeza contra un auto hasta que ella cayó desmayada. Fue una noticia que llegó a la prensa internacional gracias a que Nabila Abdul Fattah y sus amigas no se contentaron con algunos "me gusta" en Facebook. Y así comenzó la rebelión del hiyab. Una acción de solidaridad por las mujeres hostigadas por su forma de vestir.

La vestimenta de las mujeres siempre ha provocado.

En la Meca de la moda, París, en 1799 prohibieron a las mujeres el uso del pantalón, obligando a las mujeres que se "querían vestir como hombres" a pedir permiso a la policía. Las honorables consignas de la revolución francesa "Libertad, igualdad, fraternidad" no comprendían la controversial vestimenta femenina.

Cuando la estrella de Hollywood Marlene Dietrich vestía pantalones en los años 30, a pesar de siglos de lucha, su uso todavía era un escándalo.

"Las mujeres con pantalones largos eran consideradas como una amenaza en contra del orden natural" , escribió la historiadora Christine Bard en el libro "La historia política del pantalón".

Muy recientemente, en febrero de este año, 213 después de su introducción, finalmente la prohibición de utilizar pantalones fue formalmente abolida. No en Riyadh sino en el Paris de la Coco Chanel.

A pesar que todos somos esclavos de las estructuras sociales, normas y valores, el cuerpo femenino y nuestra vestimenta siempre ha sido dinamita política y ha causado pánico moral.

Independientemente que nosotros las mujeres nos vistamos o desvistamos siempre hay alguien que está dispuesto a atacar verbalmente o físicamente o sacar conclusiones generalizadas de nuestras personalidades.

Existen tantas razones para usar hiyab como existen portadoras. Para algunas el velo es una reacción, una protesta, una seña de identidad. Lo que para unos es liberación para otros es sumisión. Al igual que las faldas cortas que fueron interpretadas como invitaciones indirectas y consideraron como un factor atenuante en juicios por violación a la simbólica quema de ajustadores de las feministas en los años 70.

Vestimentas politizadas pueden con el tiempo despolitizadas. Ahora se venden los pañuelos Palestina en el H&M y Urban Outfitters y adolescentes piensan que el Che Guevara solo es una linda impresión gráfica. Como Hello Kitty. El velo es una superficie de proyección que se carga con nuestras fantasías, prejuicios e impresiones de "los otros". En una pesada carga que llevar para las mujeres. No es el pedazo de tela lo que oprime a las mujeres. Somos nosotros.

 

 

+ El abogado que salió del closet. El abogado por los derechos humanos Robert Hannah que hizo pública su homosexualidad y desafió el infierno de la cultura del honor.

- Volvieron las Esposas de Hollywood. El infernal regreso de las esposas de Hollywood.

Alexandra Pascalidou es periodista y escritora

 

Nota relacionada:

Llamamiento por el derecho a llevar velo islámico

 

 


 
 
 
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