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Laguna de Sinamaica, Venezuela. Pintura al óleo de Mary Almgren.
 

Noviembre 2010 - COLUMNA

Bailemos y disfrutemos de la vida

El ser humano nace, se reproduce y muere. Mientras se reproduce tenemos una vida muy interesante y bella en donde tenemos muchos proyectos que realizar y mientras se vive, nos perpetuamos. Esa vida tiene una larga trayectoria distribuida en etapas diferentes, llámese  niñez, juventud, adultez y vejez. Una vez concluida la niñez, la mujer inicia una etapa caracterizada por la menstruación. Este flujo menstrual femenino se alarga hasta la llegada de la menopausia, caracterizada por cambios fisiológicos entre ese organismo vivo y el medio exterior, que suele llamarse cambios del metabolismo. Durante esta  etapa podemos observar que la grasa del cuerpo se reparte de forma diferente y se localiza a menudo en el abdomen y en las caderas, donde aparecen los llamados “cauchos” o ”michelines”.

Por Mary Almgren

La mujer de hoy es una mujer que se preocupa por conservar la belleza durante esta etapa. Belleza caracterizada por la armonía física que inspire admiración y sobretodo el propio bienestar. Esto lo podemos lograr observando, en primer lugar, la manera de alimentarnos y el tipo de actividades físicas que realizamos. ¿Debemos quitar unos kilos de encima? Revisamos entonces el metabolismo. Así que merece una consulta con el profesional en ginecología. Si comemos bien, balanceado, y tomamos alimentos adecuados para el peso y estatura, pero si no realizamos ningún tipo de movimiento, no podremos lograr cambios positivos. Conozco mujeres que han engordado y quieren hacer cualquier dieta, pero ese no es el problema. Ellas comen bien, un desayuno, un almuerzo y una cena, beben suficiente agua durante el día. El régimen que estas mujeres siguen es adecuado para ellas. ¿Qué necesitan? necesitan moverse un  poco más. Allí es donde yo aconsejo que no se empecinen en hacer dietas rigurosas, peligrosas, contraproducentes, porque seguramente el problema no radica en lo que comes, sino en lo que no haces por tu cuerpo.

El efecto de una caminata de dos kilómetros diarios, sobre la acumulación de grasa o “de kilitos” será evidente si te lo propones. Te aconsejo esperar el bus o el metro unas tres paradas más lejos de tu casa. Recuerda que las escaleras están construidas para subir y bajar. Las escaleras mecánicas hacen el trabajo que necesitan tus músculos, así que lo mejor es decidirse por trabajar tu cuerpo. Usa las escaleras.  Sube, y mientras subes, aprietas los glúteos durante unos pasos. Luego, pausa de relajación del mismo músculo, continuas, hasta llegar al final de la escalera. Para bajar, hazlo con más cuidado que el ascenso, o subida. En las rodillas tenemos la rótula, un huesito en forma de ruedita que debemos cuidar al bajar. Usa el pasamano. Cuando tengas la posibilidad de bailar, baila y sigue la pauta de tensión y relajación de  músculos, sobretodo los de las piernas y el abdomen. Bailemos y disfrutemos de la vida.

 

 

 
 
 
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