Por: Marisol Aliaga
Luego de un tiempo de silencio por parte de Julian Assange, quien actualmente se encuentra en situación de libertad vigilada, en una residencia de Norfolk, el "culebrón Assange", ha vuelto a estar en el tapete. El fundador de Wikileaks tuvo que presentarse este lunes 7 de febrero a la Corte Real de Justicia de Woolwich, distrito ubicado a 45 minutos del centro de Londres, donde un jurado ha examinado la extradición del periodista australiano a Suecia.
Lo interesante del caso Assange, visto desde Suecia, ha sido ver como la opinión pública ha ido cambiando de parecer, de la mano de una cobertura mediática que, después de haber elevado al australiano a las nubes, el año pasado cuando estuvo de visita, ahora lo trata de "violador", aun cuando ningún fallo ha sido dictado, hasta el momento.
Sin embargo, las opiniones varían y el debate continúa, sobre todo en Internet. El abogado defensor de la parte demandante, Claes Borgström, alega que sus clientas, Mis A y Miss W (aunque sus nombres verdaderos han sido publicados en numerosos lugares), son asediadas duramente en las redes sociales. Mientras que otros aseveran que Mr. Assange es víctima de una "cacería de brujas" y que este es un complot dictado por EE.UU.
Durante el transcurso de la semana, las declaraciones de Assange, junto a su abogado inglés, Geoffrey Robertson, originaron, incluso, ácidos comentarios de parte del primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt, quien se molestó por las críticas de la defensa del australiano, que afirmó que Suecia seguía las directivas de EE.UU. y que no se podía considerar como un Estado de derecho.
- Es lamentable. Nosotros tenemos un poder judicial independiente que opera de acuerdo a la legislación sueca. Esto daña, por supuesto, la imagen de Suecia. Lamento que los derechos y la situación de la mujer pesen tan poco, cuando se trata de este tipo de cuestiones. Como todos saben, en Suecia tenemos un poder judicial independiente y apolítico, declaró el premier.
Reinfeldt explicó que en Suecia “todos son iguales ante la ley” y que las acusaciones del abogado de Assange, de que hay riesgo de que se violen los derechos de su cliente, si es extraditado, no tienen fundamento.
- No sabemos cuál es la verdad en esto o cual será el fallo. /../ Es importante el hecho de que hemos avanzado mucho en lo referente a que somos claros respecto a que nosotros no aceptamos abusos sexuales o violaciones. Se tiene que poder probar y tener claridad en lo que ha ocurrido, dijo Reinfelft.
Evidentemente el primer ministro no está de acuerdo con la opinión de una de los testigos de la defensa, la ex- jueza sueca Brita Sundberg-Weitman, quien viajó a Londres para dar su parecer. Según su testimonio, la fiscal que emitió la orden de arresto en contra de Assange, Marianne Ny, es una persona prejuiciosa, que tiende a condenar al hombre, en primera instancia, en este tipo de casos. "Ella está tan preocupada con la situación de las mujeres maltratadas y violadas, que ha perdido el equilibrio", declaró Sundberg-Weitman. La ex- jueza manifestó además que Marianne Ny pudo exigir que el imputado declarara desde el Reino Unido, mediante una videoconferencia, o desde la Embajada sueca, sin embargo rechazó esta posibilidad. Como tampoco ha querido viajar ella misma a Londres. "Su actitud me parece maliciosa", declaró Brita Sundberg-Weitman.
La ex- jueza ha criticado durante décadas el sistema judicial sueco, es doctora en derecho y ha publicado carios libros al respecto, uno de ellos “Suecia y el estado de Derecho en la década del 2000”, en 2008. La magistrada es asidua escritora de ensayos donde pone de manifiesto falencias del sistema judicial sueco y ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por los numerosos casos judiciales que han sido enviados al tribunal europeo, de personas que consideran que no han tenido juicios justos. No pocas veces se trata de casos de orden sexual, como lo fue, por ejemplo, el del tenor chileno Tito Beltrán, quien fue condenado por violación a dos años de prisión, después de ocho años de haberse cometido el delito y sin que la fiscalía presentara pruebas técnicas.
Según Brita Sundberg-Weitman, “ya es hora de que tengamos en Suecia un debate a fondo acerca del sistema judicial y del Estado de derecho”.
De Marianne Ny se sabe que fue una de las expertas que participó en el informe acerca de la nueva ley de protección a la mujer, en el 2001. El reporte se puede leer en la página de los tribunales suecos, y no ha cambiado nada, desde esa fecha.
Este informe recomienda la lectura de la controvertida feminista sueca-noruega Eva Lundgren, de la universidad de Uppsala. El reporte recomienda también la novela de Liza Marklund, "Escondidos" (traducción libre, ya que no ha sido traducido al español), que durante el 2009 diera origen a un debate mediático de proporciones gigantescas en el país, al quedar al descubierto que, la novela que relataba estrictamente "hechos de la vida real" tenía más de ficción que de realidad, y además de eso, transmitía un mensaje claramente racista.
La pregunta que surge, al indagar en los personajes implicados en “el culebrón Assange” es de cuánto hay de verdad en las afirmaciones de quienes sostienen que “no fue necesario de que el Pentágono le pusiera las garras encima a Assange”, ya que ahora está “en las garras de las feministas suecas”. Según su equipo de abogados, encabezado por Geoffrey Robertson, de ser extraditado a Suecia “existe el riesgo de que Estados Unidos exija su extradición o su entrega a EE.UU, donde puede ser enviado a Guantánamo, y esto sería una violación al artículo tres del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos”.
Y, como bien se sabe, en EE.UU. hay políticos que exigen la pena de muerte para el australiano, como el republicano Mick Huckabee, quien propuso que “se ejecute a los responsables de la filtración de los cables diplomáticos estadounidenses”. Según Geoffrey Robertson, Suecia, al serle exigida la expulsión de Assange a los Estados Unidos, “cedería a las presiones o se fiaría ingenuamente de las seguridades diplomáticas de que no se maltrataría a Assange con la consecuencia de que sería deportado o expulsado" a ese país.
Los ciudadanos egipcios Ahmed Agiza y Mohammed al-Zari
Los suecos, por su parte, han señalado durante todo este tiempo que una extradición a EE.UU. está completamente fuera de sus planes. Sin embargo, según Amnistía Internacional, el gobierno sueco “no ha cumplido con su obligación de investigar exhaustivamente las entregas a la CIA”, aludiendo al caso de los ciudadanos egipcios Ahmed Agiza y Mohammed al-Zari, quienes fueron trasladados por fuerzas especiales de EE.UU desde el aeropuerto Bromma, en las afueras de Estocolmo a Egipto, donde fueron sometidos a la tortura.
“Tanto el Comité contra la Tortura de la ONU como el Comité de Derechos Humanos de la ONU sostuvieron que Suecia había violado la prohibición de la tortura con su participación en el traslado de estos hombres a Egipto, y que las garantías diplomáticas egipcias no proporcionaban una salvaguardia suficiente frente al riesgo manifiesto de tortura y otros malos tratos”, escribe Amnistía Internacional.
El gobierno sueco se defiende de las acusaciones al respecto aduciendo que ya se les entregó una indemnización a los ciudadanos egipcios, sin embargo, según Amnistía Internacional, no se les ha proporcionado una reparación plena, que incluya garantías de no repetición. "El gobierno sueco rescindió formalmente las órdenes de expulsión en 2008, pero en noviembre de 2009 se desestimaron los recursos formulados por ambos hombres contra la negativa del gobierno a concederles el permiso de residencia, basándose en parte en información que nunca se reveló ni a Mohammed al-Zari ni a Ahmed Agiza. La concesión del permiso de residencia contribuiría a garantizar que estos hombres reciban un remedio efectivo, incluida una restitución adecuada", escribe Amnistía Internacional.
A pesar de que tanto Claes Borgström, como representantes del gobierno sueco aseguran que no es el gobierno el que determina la extradición, el gobierno, en algunos casos tiene la última palabra. En noviembre de 2009 al no concedérseles la residencia a Agiza y al-Zari la información a la prensa acerca de esta documentación fue nula, debido a que esta documentación era “secreta”.
Al final, ¿de qué se le acusa a Assange en Suecia?
El 2 de diciembre de 2010 la fiscal Marianne Ny emitió una orden europea de arresto (European arrest warrant), en contra de Assange.
Los cargos son cuatro:
- Coacción, 4 capítulo 4 § 1 del Código Penal
- Abuso sexual, 6 capítulo 10 § 2 del Código Penal
- Abuso sexual, 6 capítulo 10 § 2 del Código Penal
- Violación, 6 capítulo 10 § 3 del Código Penal
La totalidad de la orden se puede leer en este enlace.
En Suecia el “culebrón Assange” ha dado origen, además, a un debate acerca de lo que ´de facto´ es violación. Y, al parecer, no es fácil que se llegue a un consenso al respecto. ¿Es violación que la pareja sexual no se quiera poner condón? ¿Sabe una mujer cuando es violada? (Claes Borgström afirmó que las dos mujeres no podían saber si habían sido violadas, ya que ellas no eran juristas). Un condón roto, ¿es violación? El estar dormida o dormitando, ¿significa que se está en estado de completa indefensión? Para no enumerar todas las variaciones del ´acoso sexual´.
Sin duda que las interrogantes son muchas. En todo caso tal vez se pueda asumir que Julian Assange, quien desde pequeño se acostumbró a dormir en casa de extraños, la pensará un poco más, al elegir alojamiento la próxima vez que visite Suecia. Si es que tiene la posibilidad de elegir.
