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Julian Assange participa en el seminario "La primera víctima de la guerra es la verdad", del Movimiento de Hermandad, el 14 de agosto de 2010. Aquí, junto a Peter Weiderud. Foto: Marisol Aliaga
 

Agosto 2010 - REPORTAJES

Julian Assange no se amedrenta ante las amenazas de USA y afirma: “El Pentágono quiere que destruyamos todos los documentos. No lo vamos a hacer”

El fundador de Wikileaks, participó el sábado pasado en un seminario organizado por el Movimiento de Hermandad (Broderskapsrörelsen). El portavoz del mundialmente conocido sitio Web ratificó la publicación, dentro de las próximas semanas, de 15.000 documentos secretos concernientes a la guerra en Afganistán. Esto, a pesar de las amenazas del Pentágono. “Existe una necesidad de parte de los estados de mantener las cosas secretas, de controlar los hechos”, afirmó Julian Assange, durante la conferencia, agregando que su organización tiene la responsabilidad de difundir la información que tiene en su poder. “Es importante que el pueblo sepa la verdad”, afirmó.

Por Marisol Aliaga

“La verdad es esencial para preservar la democracia y el cumplimiento de las leyes”, dijo, al comenzar el seminario, Peter Weiderud, presidente del Movimiento de Hermandad, refiriéndose a los conflictos armados. "Broderskapsrörelsen" es una organización política perteneciente al partido de la Socialdemocracia , la cual se califica a si misma como “más rojos, más verdes”. El evento, que llevó como nombre: "La primera víctima de la guerra es la verdad" , se celebró en una de las salas de conferencias del sindicato de trabajadores suecos, LO, en Estocolmo.

Julian Assange dedicó parte de su exposición a ilustrar la limitada cobertura de la guerra de EE.UU. en Afganistán. También explicó, claramente, las exigencias de USA respecto a Wikileaks: “El Pentágono nos exigió tres cosas”, dijo. Primera: destruir todos los archivos que tenemos en nuestro poder. Segunda: destruir todos los archivos que podamos obtener en el futuro. Tercera: cesar de colaborar con los “whistleblowers” (informadores). ”No vamos a cumplir ninguna de las tres”, dijo, muy serio.

Pero el Pentágono está decidido a hacer callar a Wikileaks . En julio pasado, el sitio publicó 90 000 informes secretos acerca de la guerra en Afganistán, del periodo comprendido entre el 2004 y el 2010. Según USA, la revelación de los documentos “pone en peligro la vida de personas”. No obstante, Wikileaks se ha empañado en mostrar al mundo material tanto inédito, como molesto. Para algunos. Gran consternación causó en los medios mundiales la publicación de un video en Youtube, que muestra como soldados americanos abaten a civiles, incluyendo fotógrafos de la agencia Reuters, en plena calle, en un suburbio iraquí.

Julian Assange explicó además que Wikileaks se encuentra en estos momentos examinando el contenido de los archivos no publicados, con el fin de evitar poner en riesgo la vida de terceras personas. Sin embargo, declaró que examinar el material “línea por línea”, no es tarea fácil. “Es una gran cantidad de información”, dijo. “Tenemos la obligación de difundir este material, al mismo tiempo que de proteger las fuentes”, agregó.

La fortaleza de Wikileaks es la publicación de “material en bruto”, a través de Internet.

El vocero corroboró, además, su futura colaboración con el vespertino sueco Aftonbladet. “No puedo estar más cerca de Suecia”, respondió, sonriendo, a la pregunta de Peter Weiderud, de si “planea visitar más frecuentemente el país escandinavo”.

Y esta fue una de las pocas veces en las cuales Assange se mostró más relajado. El periodista, activista y programador de origen australiano nacido en 1971, se distinguió por su seriedad y hermetismo, tanto durante el seminario, como en la conferencia de prensa ofrecida al finalizar el mismo.

Por motivos de seguridad, Assange no tiene domicilio fijo y va por el mundo, alojándose “donde amigos”. El fundador de Wikileaks se negó, una vez más, a contestar preguntas acerca de su persona. En cambio, se esmeró en esclarecer las circunstancias en relación a las críticas en contra del sitio, y la tergiversación que de estas se ha hecho en los medios. “Nosotros somos representantes de gente que tiene algo que publicar, y tratamos de darle el mayor impacto posible”, afirmó, explicando que su organización se preocupa de recolectar material, sin obtener información acerca de las fuentes.

Suecia se caracteriza por tener leyes muy poderosas, respecto a la libertad de difusión, estas se basan en los principios de transparencia , (offentlighetsprincipen), el más antiguo del mundo. En el país escandinavo, la ley protege al informante de una noticia, mediante el llamado “meddelandeskydd”, que significa que el publicista no está obligado a develar las fuentes. Tal vez esta sea una de las razones por las cuales Julian Assange colaborará prontamente con el vespertino Aftonbladet. El vespertino lo asistirá en la tarea de obtener el permiso de difusión de Wikileaks, hecho que le hará posible estar bajo el alero de la libertad de difusión sueca.

El jefe de redacción de Aftonbladet, Jan Helin, se ha mostrado muy satisfecho de su nuevo colaborador. “No tengo la menor idea de cómo él escribe, pero seguramente tiene, en estos momentos, el cerebro más interesante del mundo, en lo que se refiere a temas relacionados con la libertad de prensa” , escribe Helin en la edición del sábado pasado. Assange escribirá una columna, mes por medio, en el popular vespertino. Wikileaks, que se formó en el 2006, viene colaborando, desde hace un tiempo, con el New York Times, Der Spiegel y The Guardian .

“Fuerzas extremadamente poderosas quieren acallar la red de Julian Assange: Wikileaks. Solamente esto ilustra la necesidad de escuchar a Assange” , escribe Jan Helin, en el periódico.

(Este artículo fue publicado el 16 de agosto de 2010 en Estocolmo.se)

 

 
 
 
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