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Erik Almqvist

El parlamentario y encargado de asuntos económicos del partido Demócratas de Suecia, Erik Almqvist, fue removido de su cargo, al saberse que había andado como un matón por las calles céntricas de Estocolmo, junto a su colega, Kent Ekeroth, armado de un tubo de hierro. Ekeroth también fue removido, más tarde. Foto: guardian.co.uk/Expressen.

 

26 de noviembre de 2012 | SUECIA - COLUMNA |

Cuando se les desenmascara, están ahí con los ojos como platos, y cuentan lo MAL que se sentían

Primero, el refrán de la semana. Siempre funciona hacer la pelota, dijo el demócrata del tubo de hierro, y soltó el arma.

Quiero marcar que “hacer la pelota” implica que uno es un hipócrita. Que uno no muestra lo que piensa o cuál es su opinión.

Fuente: Expressen. 19-11-12. Lars Lindström. Traducción: Julián Díez Fernández

El cantante y compositor Ted Ström, hoy día violentamente canoso, no es hipócrita. Se encuentra cantando canción-protesta en el teatro Södra, de Estocolmo y dice que es extraño, pero que parte de sus viejas letras parecen estar más de actualidad por estos tiempos.

Cuando Maria Rosén y él, en la recuperada banda de los 70 Norrbottens Järn, cantan sobre tendencias racistas y fascistas, sobre los gritos que atraviesan la niebla del estado del bienestar, es difícil dejar de pensar en los Demócratas del tubo de hierro.

Las revelaciones en Expressen la semana pasada muestran cómo piensa el núcleo de SD y cómo actúan cuando se les desenmascara. Cuando se raspa un poco en la delgada capa de barniz democrático que aplica Jimmie Åkesson al partido.

El historiador y escritor Henrik Arnstad escribe en Dagens Nyheter que Demócratas de Suecia (SD) es un partido fascista. Arnstad no se basa en el comportamiento skinhead que exhibe el trío formado por Almqvist, Ekeroth y Westling en la noche de Estocolmo, sino que funda su juicio en la ideología: una sociedad étnicamente homogénea, auténtica cultura nacional, ultranacionalismo y racismo “en una negociación constante sobre quiénes han de incluirse y quiénes no”.

Como cantan Ted Ström y Maria Rosén en el teatro Södra: “Los mismos vientos, los mismos olores, arrecia el frío, abrocharos las chaquetas”.

O como dice el candidato a ministro de finanzas por Demócratas del tubo de hierro, Erik Almqvist, al cómico Soran Ismail cuando cree que no le pueden oír los electores: “Y tú no tienes nada que hacer aquí… Pero este es mi país. ¿Vale?”.

Demócratas del tubo de hierro aseguran que todos tienen dobles agendas, que sólo ellos se atreven a decir la verdad. Tienen un lema formulado así: “Decimos lo que tú piensas”. En realidad, son los Demócratas de Suecia (SD) los hipócritas. Una y otra vez queda demostrado que el partido alberga puntos de vista que no se pueden mostrar sino que se descubrirán cuando los chicos rememoran los buenos viejos tiempos, cuando el partido se llamaba Bevara Sverige Svenskt (Mantenga Suecia Sueca) y todos ellos llevaban robustas botas y la cabeza rapada e iban borrachos por las calles insultando a la gente.

Sonrientes, nos mienten a la cara y aseguran que ellos nunca dirían puta o “blatte-lover” (que siente simpatía por los extranjeros de piel y pelo oscuros)… oh, no, yo no soy así. Cuando se les desenmascara, están ahí con los ojos como platos, contando lo MAL que lo estaban pasando y lo AMENAZADOS que se sentían, aunque su propio video muestra algo totalmente distinto: intrigantes, malvados, haciendo mofa con superioridad. Y son ellos los que amenazan de lo mal que les va a ir a los extranjeros de pelo oscuro en el futuro, o sea cuando SD haya alcanzado el poder.

Empujan a mujeres jóvenes contra los coches y las llaman putitas y después se sientan en el Parlamento, enmascarados y listos, y mocionan que el gobierno identifique “el racismo transformado” cuando a las chicas rubias se las llama puta por la calle. Es de locos. Y nosotros pagándoles a estos hipócritas un sueldo mensual de 58.000 coronas.

Manipulan su propio video y lo presentan como auténtico. Cuando Expressen descubre la falacia… entonces vienen los Demócratas del tubo de hierro y exigen que se presente todo el material sin editar. ¡Su propia grabación! ¿Por qué no lo hicieron ellos hace dos años? ¿Por qué no lo ha visto todavía Jimmie Åkesson?

Me niego a creer que uno de cada diez suecos les guste un partido que, con esta desagradable y falsa actitud entre sus políticos municipales, en el Parlamento Y en su propia cúpula directiva. No puede ser verdad. Debe ser un malentendido.

 

 

Notas relacionadas:

19 de noviembre de 2012: Soran Ismael: “Los insultos no son lo peor“

14 de noviembre de 2012: Erik Almqvist dimite luego de revelación del Expressen


 

 

 
 
 
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