08 de agosto de 2011 |COLUMNA

"¡Disparar a matar!"

Gellert Tamas sobre Los Demócratas de Suecia ( SD) y el Lasermannen (Hombre del láser) - 20 años después del primer disparo de Ausonius.

Fuente: Aftonbladet. Gellert Tamas. Traducción: Magazín Latino

Hoy día, la noche entre el 2 y 3 de agosto hacen exactamente 20 años desde que John Ausonius metió su rifle de cañón corto con mirilla láser bajo su abrigo para comenzar su guerra contra los que él llamaba "inmigrantes". Ausonius alcanzó a disparar a once personas de las cuales una murió y varios quedaron con lesiones para toda su vida antes que finalmente, fuese arrestado por la policía casi un año más tarde.

Los atentados de Ausonius se sienten espantosamente relevantes estos últimos días de verano con un calor casi tropical.

Al igual que Anders Behring Breivik, Ausonius también consideraba que su país era víctima de una invasión extranjera y por eso se decidió, al igual que el asesino masivo noruego, a actuar. Cuando me encontré con él diez años más tarde, Ausonius decía que estaba influido tanto por la época de los Nuevos Demócrtas ( Nydemokrater)como de los SD que entonces marchaban por las calles del país bajo banderas con la swástica con brazos en alto gritando consignas como "SIEG HEIL" y "FUERA CON LA GENTUZA".

Ausonius dijo que quería realizar, utilizando violencia, lo que los Nuevos Demócratas y muchos otros solo hablaban de hacer: recuperar la Suecia completamente sueca de antaño. Los inspiradores de Ausonius se encontraban en la Nueva Democracia, como John Bouvin, que hablaba de los buenos viejos tiempos cuando los leones se comían a los niños en África. Bert Karlsson, que públicamente deseaba que la hija del líder del partido liberal (Folkpartiet) de entonces fuese contagiada con IVH por un inmigrante, para que entendiera cuan repugnantes estos eran, y Ian Wachtmeister, que explicaba que en su visión del futuro de Suecia no había lugar para muchas mezquitas.

Por mucho tiempo la guerra individual de Ausonius fue descartada como la obra de "un loco solo" . Quizás porque era muy conveniente, teniendo en cuenta los muchos que a principios de la década de los 90 se sumaron a una retórica similar a la de Ausonius que señalaba al otro, el extranjero como la causa y explicación de todo el desempleo, robos en las tiendas y fallas en el sistema educacional.

La Ministra de Inmigración de esa época, la liberal Birgit Friggebo, sostenía que formaba parte de la cultura de los kosovo-albanos robar bicicletas y en la lavandería. El portavoz de política migratoria de la Socialdemocracia, Leif "Blomman" Blomberg, sostenía que era hora de parar a "los inmigrantes económicos", a pesar que Suecia nunca le ha dado estatus de refugiado a nadie por razones económicas. Uno de los políticos moderados más poderosos, el concejal del Municipio de Solna, Anders Gustav, marchó seguido de un camarógrafo del noticiero Aktuellt hasta un solicitante de asilo de Kosovo, miró al hombre a los ojos y chilló "Go home! We don't want you here. Do you understand!". (Vete, no te queremos aquí, entiendes?).

La teoría del loco solo requiere la amplia premisa que un individuo, independientemente su estado psíquico, pueda actuar en una especie de vacío, más allá y fuera del resto de la sociedad. A pesar de ello, repitieron el raciocinio tan pronto como se descubrió que el autor de los atentados en Oslo y en Utöya era un noruego alto y rubio en vez de un moreno árabe, como muchos especularon. Sin embargo, las influencias políticas de Brevik son difícil de rechazar, sobre todo después de la publicación de su manifiesto, cuyo mensaje principal sobre el supuesto peligro de la islamización de Europa y la culpabilidad de la socialdemocracia, es compartida por muchos de los partidos populistas de derecha de Europa, y por los Demócratas de Suecia, aunque se diferencian en su visión del uso de la violencia.

No es una coincidencia que hoy día sean justamente los Demócratas de Suecia los que más fervorosamente tratan de tildar a Breivik como "un loco aislado", que por supuesto no tiene ningún vínculo con la retórica de los Demócratas de Suecia, a pesar de los propios elogios al partido del asesino de masas.

En Noruega son hoy día muchos los que desean un debate sobre el poder de las palabras y nuestra responsabilidad por las imágenes y mensajes que creamos con ellas. Esa discusión también es necesaria en Suecia.

Y hablando de palabras, el día que se cumplen 20 años del comienzo de la gira del asesino Ausonius, vale la pena recordar que el 27 de abril de 1992, más de cuatrocientos demócratas de Suecia, entre ellos gran parte de su dirección, marcharon por el centro de Estocolmo al ritmo de los gritos "Lasermannen dispara a matar, Lasermannen dispara para matar".

Aftonbladet 03-08-2011/Gellert Tamas

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