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Frida Boisen

La columna de Frida Boisen acerca de las duras condiciones de los inmigrantes traspasó las fronteras y se hizo eco en diversos medios en el extranjero. Foto: Expressen/Gp.se.

 

12 de noviembre de 2013 |COLUMNAS |

Suecia es un país racista

Ahora es evidente. Suecia Es un país racista. Es difícil interpretar las cifras de otra manera. De los 34 países del OCDE en el mundo somos los peores en darles trabajo a los ciudadanos inmigrantes. Peor. De todos. Estados Unidos, Alemania, Holanda, Australia, todos los demás son mejores. Los suecos nos empeñamos en contratar a las personas por su color. Eso no da para más. Es hora de que seamos un país daltónico.

 

Fuente: Göteborgs Tidning. 27-10-13. Autor: Frida Boisen. Traducción: Wladimir Loyola

 

No basta con que somos pésimos en darle trabajo a los inmigrantes. Además somos vergonzosamente malos en darles trabajo a los inmigrantes en las profesiones en las que ellos tienen estudios. Es por eso que muchos suecos emprendedores de origen inmigrante optan por abrir sus propias empresas. Parten con pizzerías, negocios de flores, empresas de aseo. Allí ellos mismos son los empleadores. No tienen tampoco ningún filtro de color cuando ellos, a su vez contratan.

Claramente que hay trabajo también para suecos que son nacidos en otro país. Hemos descubierto un empleo que les sienta muy bien a los inmigrados con diplomas universitarios como ingenieros civiles, economistas y abogados: Detrás del volante. Porque el gremio taxista se ha convertido de pronto, durante la última década, en uno de los mejores cualificados del país.

Me encuentro con ellos varias veces a la semana. Reza, Jamal, Achmed, Abed. Ellos hablan bien el sueco. Están interesados en la sociedad. A menudo con título universitario. Y trabajan a menudo seis días a la semana. Diez horas por día. Y apenas hacen que sus economías les cuadren.

Cuando encargamos que un equipo de reporteros invirtiera dos días de trabajo para preguntarles a los chóferes de taxi con origen extranjero que esperaban su próxima carrera en la Estación Central de Gotemburgo respecto a los estudios que poseían se descubrieron resultados sensacionales. Nueve de diez tenían título universitario. No dentro del rubro taxista, por supuesto. Ellos son ingenieros, economistas, abogados.

Uno de ellos es Jamal Alkazali, de 56 años, de Irak. Él ha manejado taxi durante 12 años, es ingeniero electricista con cinco años y medio de estudios universitarios en Rusia. Más dos años en la escuela superior técnica de Chalmers de Gotemburgo. Él ha trabajado ocho años como ingeniero electricista en el extranjero, ha solicitado 100 trabajos aquí en Suecia, y ha logrado asistir a UNA entrevista de trabajo.

El trabajo ideal para él es ingeniero electricista,”obviamente”. Pero Jamal constata:

- Se siente completamente desesperanzador el buscar trabajo de ingeniero, lo hice más que nada en el comienzo, pero daba lo mismo de que haya estudiado dos años en Chalmers.”

Su historia es no es para nada única.

¿Qué dice aquello sobre nosotros como país? Que le damos el portazo en la cara apenas una persona con buena formación quiere solicitar un empleo. Solo porque esa persona proviene de otro país. Eso no es solo penoso y limitante. La discriminación que los empleadores suecos mantienen arriesga que a la larga se surjan muchas consecuencias peligrosas.

Como dijo Reza, ingeniero civil de Irán, en cuyo taxi viajé la otra noche:

- He solicitado cientos de trabajos, desde trabajos de ingeniero hasta de mecánico más simple, para el cual soy sobre cualificado. Visito la Oficina de Trabajo cada día. Lo he hecho durante doce años. Pero no me dejan ni siquiera entrar a entrevistas. Ahora soy demasiado viejo. Yo tengo 50 años. Las grandes empresas quieren solamente tener jóvenes de veinticinco años.

Pero Reza está contento de que tiene un trabajo. Aunque no es el trabajo soñado.

- He manejado taxi durante doce años. Es trabajo duro. Diez horas cada día, seis días a la semana. No arroja particularmente tanto dinero pero yo lo hago. Todos no piensan como yo. Ellos piensan que es injusto. Toman el camino más expedito para dinero rápido. Pero decir que no hay trabajo en Suecia no es verdad. Nosotros en los taxis siempre buscamos más choferes. ¿Hacia dónde se dirige Suecia? ¿Vamos a seguir bloqueando a los inmigrantes con buenos estudios de los trabajos bien remunerados, y vamos a seguir manteniendo la puerta fina abierta solamente para los suecos que tienen el apellido Johansson?

¿Es la guerra del hash con los disparos en Gotemburgo una casualidad? ¿Los disturbios de Husby fueron una coincidencia? O es que si uno recibe un portazo en la cara muchas veces viene una reacción en contra: Esta no es mi sociedad, es la suya.

Yo deseo una cosa de los empleadores suecos. Que nosotros aquí y ahora aprendamos del rubro taxista. Que nosotros decidamos hoy, en quedar realmente daltónicos. En ese momento nuestro país será un país que les dé a todos la misma oportunidad.

Ya es hora.

 

 

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