02 de enero de 2014 |COLUMNAS |

Estamos a punto de perder toda una generación de jóvenes

Fuente: Aftonbladet. 30-12-13. Autor: Elisabeth Höglund.Traducción: Wladimir Loyola

La víspera de Navidad la pasé junto a mi esposo en un hotel ubicado a diez millas de Estocolmo. Este año habíamos decidido en simple y sencillamente escapar de la Navidad. Pero también el refugio estaba copado de grasosa comida navideña, arroz con leche, tarta de chocolate y arroz à la Malta.

En el hotel conocimos a alguien interesante. Un joven veinteañero trabajaba como mozo en el restorán. Él contó que había concluido la enseñanza secundaria hace dos años atrás. Ahora él trabaja más de 70 horas por semana para juntar dinero para su soñado viaje. Él tomó cualquier empleo, como mozo, ayudante de caja y asistente en el servicio de asistencia domiciliaria. Y fue en el servicio de asistencia domiciliaria donde recibió el impacto de su vida. Allí se encontró con chicas y chicos de 20 a 25 años, que no trabajaban, que estaban en sus casas sin hacer nada y viviendo de la pensión anticipada.

"Tenía que ir con cajas de almuerzo a los hogares de jóvenes que eran solamente unos años mayores que yo, pero que no querían o no podían arreglárselas solos. Al mismo tiempo, me encontraba con señoras de noventa años que iban en bicicleta a comprar a la tienda. Yo no entiendo qué ha ocurrido con Suecia, cuando jóvenes de veinticuatro años sin discapacidades visibles no trabajan y tampoco pueden arreglárselas sin servicio domiciliario."

El joven mozo estaba notablemente indignado, especialmente cuando él se comparó con su propia situación, él que por voluntad completamente propia se había sacrificado arduamente con todo tipo de trabajos temporarios, para conseguir dinero. Él no había tenido idea de que existían jóvenes de su misma edad que vivían de pensiones anticipadas o compensaciones por actividad, como se le llama.

Vamos camino a perder una generación completa de jóvenes, que quedan fuera del sistema ya antes de haber terminado la enseñanza media.

Ellos pasan directamente desde los estudios hasta la pensión anticipada y cesantía. Según un estudio reciente, la cantidad de jóvenes pensionados anticipadamente, de entre 19 y 30 años, ha aumentado con un 42 por ciento en los últimos diez años. En 1990 la cantidad de jóvenes pensionados anticipadamente eran unos 1.500. Hoy, en el 2013, hay cerca de 7.000. Cada día jubilan siete personas jóvenes.

Es una catástrofe. Y el gobierno de Reinfeldt no ha hecho prácticamente nada para disminuir la catástrofe, sino que ha permitido que siga creciendo.

Según la Caja del Seguro, muchos de los pensionados anticipados, tienen los así llamados "trastornos literales", como por ejemplo ADHD, u otros; Asperger y dislexia, todos estos son diagnósticos psíquicos o psicosociales. Muchos piensan que los jóvenes pensionados tienen graves impedimentos de movilidad o tienen otras discapacidades físicas difíciles que les impiden ser autosuficientes. Eso no es así.

Deben existir formas de ayudar a esos jóvenes a llevar una vida digna, en lugar de obligarlos a prejubilación y cesantía de por vida. No es solamente costoso para el Estado. Los jóvenes entran precipitadamente en un círculo vicioso de marginación, pobreza y temor de dar el primer paso en la sociedad. Para un estado de bienestar como Suecia, esto es indigno.