27 de mayo de 2015 | OPINIÓN |
"Dejen de acobardarse en la política exterior"
La respuesta que diera Jonas Sjöstedt, líder del Partido de Izquierda en una entrevista con el canal de televisión estatal, SVT, despertó polémica dentro de la izquierda sueca. Militantes del partido con raíces en Latinoamérica se han manifestado en diversos medios respecto a las simpatías de Jonas Sjöstedt, por EE.UU. y el redactor del semanario Flamman responde el artículo publicado en este el 21 del mes en curso.
"Escoger a EE.UU. ante Venezuela - ahí está el límite de lo que un líder de izquierda puede decir sin aniquilar el pensamiento de su propio movimiento. Ahí la táctica bordea el oportunismo", escribe Jonas Thunberg, en Flamman.
Fuente: Flamman (Antorcha) 21-05-2015. Jonas Thunberg. Traducción: Magazín Latino
Comienza a ser muy claro cuan cuidadoso es el Partido de Izquierda en sus declaraciones sobre política exterior. Cada declaración es sopesada en como será recibida por la prensa y oposición, no por los principios correctos. Hay peligros en esto.
Puesto ante la disyuntiva de escoger entre un país que ha sembrado guerra, sangre y muerte en el Medio Oriente y norte de África durante los últimos decenios y un país que con grandes problemas con la economía y el desarrollo democrático, pero con grandes ambiciones sociales y un gobierno democráticamente electo, Jonas Sjöstedt escoge en el programa de televisión Agenda a la máquina de guerra y el imperio. Escoger a EE.UU. ante Venezuela - ahí está el límite de lo que un líder de izquierda puede decir sin aniquilar el pensamiento de su propio movimiento. Ahí la táctica bordea el oportunismo.
Había una tercera alternativa, que Sjöstedt pudo usar si no quería verse asociado tan fuertemente a EE.UU., negar la trivial e infantil pregunta y responder "ninguno de los dos". Pero en la explicación que Jonas Sjöstedt da, en un artículo de debate en este número de Flamman, solo toma la crítica a Venezuela y Cuba, no su elección por los EE.UU.
Si se trata de amor a EE.UU.,, a su pueblo, a su naturaleza y sus tradiciones, sería otra cosa, y entonces lo podría haber dejado en claro diciendo que no escoge el gobierno de EE.UU.
Obviamente no escogió Venezuela a causa del gobierno del país. La izquierda nunca ha "odiado a EE.UU." como sus críticos erróneamente repiten. Pero la dirección política de EE.UU. merece todo tipo de crítica y distanciamiento que se pueda por su política de agresión.
Si se le agrega la cautela en el tema de Ucrania - donde el Partido de Izquierda, por miedo de ser considerado como un amigo de Putin, no ha logrado una crítica en contra de la rehabilitación de los pensamientos nazis y los movimientos a los que el gobierno ucraniano ha contribuido - y el apoyo activo a la guerra contra Libia, entonces tenemos un partido que aspira a quedar en una posición del centro, de la política exterior.
Se puede pensar que ahí se está confortable, pero es una elección política con grandes riesgos. Uno es que los críticos a EE.UU. son obligados a la izquierda, sin representación parlamentaria, para que sus opiniones sean escuchadas. Debe haber lugar para una política exterior que critique a EE.UU. también en el parlamento. No existe en la actualidad otra fuerza política fuera del Partido de Izquierda, donde se pueda presentar ese tipo de críticas.
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