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Jonás y la ballena

Jonás y la ballena. No dejan a Jonas Sjöstedt ser parte del gobierno socialdemócrata, pero él y el partido de Izquierda pueden, a costa del partido Verde, de todas formas implementar su política. Foto: Aftonbladet.

 

24 de septiembre de 2014 | COLUMNA |

Jonas Sjöstedt no está triste

Gobernar Suecia no es una invitación a tomar tecito.

Ayer no fue el mejor día para el periodismo político sueco. Desde noviembre del año pasado que Stefan Löfven ha dicho que quiere formar gobierno con el partido Verde al que llama "su socio natural". Nunca ha dicho que quiere formar gobierno con el partido de Izquierda.

Luego Stefan Löfven hace precisamente lo que ha dicho y el público sueco dice: "¿Qué? No tenía idea.

Como si en serio hubieran creído que Stefan Löfven fuese a hacer otra cosa que lo que ha dicho antes de las elecciones. Pero la política sueca no funciona así, al contrario, investigaciones muestran que los políticos suecos en general mantienen lo que prometen.

 

Fuente: Aftonbladet. 17-09-2014. Autor: Anders Lindberg. Traducción: Magazín Latino

 

La última expresión de poder

Los grandes ojos tristes de Jonas Sjöstedt son parte del juego, el sabía muy bien que ocurriría. El gran proyecto político de Stefan Löfven es romper la política de bloques y Sjöstedt ha dicho categóricamente no a colaborar con los partidos burgueses.

En realidad Jonas Sjöstedt tiene todas las razones del mundo para estar contento. Podrá influir en la política y al mismo tiempo ser una oposición de izquierda contra la socialdemocracia.

Tanto en Noruega como en Dinamarca, donde el partido hermano del partido de Izquierda ha colaborado con gobiernos socialdemócratas, les ha ido mal.

En Noruega la Izquierda Socialista casi quedó fuera del parlamento en el 2013 y en Dinamarca un acongojado partido Liberal Socialista se retiró del gobierno a comienzos del 2014.

La Socialdemocracia y el partido verde no tendrán mayores problemas poniéndose de acuerdo sobre la política y ministros. Pero luego tienen que llegar a compromisos con Jonas Sjöstedt y entonces el riesgo que algunas cosas que el partido Verde quiere, no se puedan implementar.

Sjöstedt tiene ahora una posición fuerte. Si Sjöstedt se levanta de la mesa, Stefan Löfven no puede implementar su política. Al mismo tiempo la libertad de Sjöstedt tiene un límite, no puede dejar que Löfven caiga y dejar entrar a los Moderados.

Para el partido Verde la participación en el gobierno es la última expresión de poder. Pero el precio de un ministro puede ser muy alto en términos de influencia política.

 

Nunca han formado parte

Gobernar Suecia no es una invitación a tomar tecito.

El partido verde debe ahora demostrar que son capaces de tomar una responsabilidad política y poder diferenciar entre asuntos pequeños y grandes. Al mismo tiempo tienen un nuevo grupo parlamentario que a poner exigencias.

Además, quienes ostentan el poder es examinado duramente, algo que los Verdes nunca han experimentado.

El partido Verde está ansioso por mostrar que son capaces de gobernar y lo harán. Pero tanto los miembros como los políticos electos deben prepararse para un viaje que nunca olvidarán.

Luego de la declaración de Löfven de no invitar al partido de Izquierda al gobierno, muchos sienten pena por Sjöstedt. Debieran también pensar un poco en el partido Verde.

 


 


 
 
 
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