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Lena Nyman poseía musicalidad, intuición escénica y un timbre completamente natural, lo cual la convirtió en una de las actrices más connotadas del país. Videoclipp: SVT.
 

08 de febrero de 2011 - Suecia

Se nos fue Lena

1944 - 2011

ESTOCOLMO: Después de un largo periodo de enfermedad, falleció este viernes la multifacética actriz sueca Lena Nyman, a los 66 años de edad. El matutino Dagens Nyheter le dedica un amplio reportaje titulado "Toda Suecia llora a una querida artista". Lena Nyman era ampliamente popular. Los jóvenes la recuerdan como Lovis, la madre de Ronja en el filme "Ronja, la hija del bandolero", mientras que los adultos mayores la han visto interpretar los más versátiles roles, desde la seriedad de Bergman hasta los hilarantes sketches junto al dúo de Hasse y Tage. "Lena Nyman personificaba las dos máscaras del teatro, tanto la trágica como la cómica", expresó la jefa del Dramaten, Marie-Louise Ekman, al enterarse de la trágica noticia. (Foto: SF).eratura

Por: Marisol Aliaga

Un amigo me dijo, hace unos días: "escribe algo acerca de Lena, que nos alegró tantas tardes, cuando recién habíamos llegado a Suecia". Y añadió, riendo: "Ni entendíamos lo que decía, pero igual nos encantaba". A esta capacidad de fascinar al público, aun cuando este no entiende el idioma, la llamaría "genialidad". Y fue la expresión que usaron muchos de sus colegas y críticos de arte, para referirse a esta menuda y frágil actriz que, después de años de ardua lucha en contra de su enfermedad, hizo su salida, para siempre, de las tablas.

"Ella era una parte natural de mi vida", escribe Leif Zern, en Dagens Nyheter. De la mía también, puedo agregar yo, y de la de tantos latinoamericanos, que junto a ella nos acercamos más a este idioma que en un principio nos parecía tan extraño. Lena nos atraía, con su espontaneidad sin límites, con su simpatía, su naturalidad y esa gracia que no conocía las barreras del idioma. Con esa voz gangosa, marcada por la maldita afición al cigarro, que sería, al fin y al cabo, la culpable de una de las dos enfermedades que convirtiera sus últimos años en un suplicio. Aunque, según su amigo de muchos años, Rikard Wolff, la última vez que la vio, pocos días antes de su deceso, estaba contenta y de buen ánimo. "Parece que se había reconciliado con su situación", expresó el actor.

Es curioso, pero cuando se va "uno de los grandes", es como si una parte de nuestra vida se fuera con ellos. Como si el duelo nos afectara de forma íntima. Nunca conocí en persona a Lena, sin embargo, es como si la hubiera conocido. Mi hija, en cambio, tuvo la oportunidad de hacerlo, en el ejercicio de su profesión. Cuando le pregunté cómo era en persona, respondió: "Como Lena Nyman", aunque añadió: "muy simpática y sencilla". Y es que Lena era tan ella, que es difícil describirla de otro modo. A pesar de sus escasos centímetros sobre el mar, poseía, según todos quienes la conocían, una integridad y una grandeza enormes.

"Un talento natural" que fue contratada por la escena de más emblemática de Suecia, el legendario Dramaten, antes de haber cursado estudios de arte escénico. Y es que comenzó su carrera a los seis años, cuando su madre la puso en una escuela de teatro para niños. A los diez años protagonizó a Helen, una pequeña que es testigo de un asesinato, en el thriller de Håkan Bergström "Promesa peligrosa". Pero eso fue sólo el comienzo, la carrera de Lena Nyman fue larga y sumamente variada, pasando del Dramaten a la pantalla grande y a la televisión – donde gozó de una enorme popularidad.

A pesar de trabajar con Ingmar Bergman, no se transformó nunca en una de "las actrices de Bergman". Para bien o para mal, el caso es que Lena tenía su forma muy particular de ejercer su profesión, lo cual tal vez no hubiera dado resultado con el genio, o el genial, Bergman.
"Como actriz era como un pastel de crema" ha dicho Börje Ahlstedt, su compañero de numerosos roles.

- Ella no hacía nunca un gesto que el cuerpo no quisiera hacer, tenía una simplicidad cristalina en sus réplicas. Dejaba que el público se reflejara en ella, en lugar de - como los poseros - reflejarse ellos en el público. Yo considero que Lena y Allan Edwall son los actores más grandes de Suecia, afirmó Börje Ahlstedt al matutino Dagens Nyheter.

"Jag är nyfiken – gul" ("Yo soy curiosa – amarilla"), el primer film que Lena Nyman protagonizó junto a Börje Ahlstedt, bajo la dirección de Vilgot Sjöman, fue objeto de controversia, en 1967, por su mensaje político, su crítica social, su mezcla de reportaje y ficción y, tal vez sobre todo, por sus escenas de sexo. Lena Nyman encarna en el film a una reportera que pone en aprietos a los poderosos haciéndoles preguntas capciosas acerca de la sociedad de clases. El rol significó para la joven Lena la fama internacional y el escarabajo de oro como Premio a la Mejor Actriz del año.

 

Lena Nyman y Börje Ahlstedt
Según Artur Lundkvist y su colega, Lena Nyman tenía un "cuerpo tonto" . Aquí, en una de las escenas que dieron que hablar, del film "Yo soy curiosa, amarilla". Foto: SF.

 

También fue objeto de críticas, y, ¡vayan críticas!. El connotado escritor y miembro de la eminente Academia Sueca, Artur Lundkvist, junto a su colega Nils Beyer, escriben, en el vespertino Aftonbladet, que Lena tiene un trasero muy grande y que les causa "asco". Beyer escribe que no es "la chica curvilínea lo que él espera ver. Él está en busca del cuerpo inteligente. El cuerpo de Lena Nyman carece de alma y es un poco tonto".

A los 22 años, y ante el ataque de estos dos hombres sesentones, Lena Nyman les responde con una larga carta, publicada en Expressen, en la cual aboga por el derecho de todos de mostrarse desnudos, inclusive de aquellos a quienes la naturaleza no los dotó de cuerpos perfectos. Ya en ese entonces, hacía una brillante discusión acerca de un tema que décadas después estaría nuevamente en el tapete, en relación a los cánones de belleza.

Lena escribe: "¿Cómo diablos se ve el ´cuerpo inteligente´? ¿Hay alguien que sepa cómo hacer, para elevar el nivel de inteligencia del cuerpo? Luego puedo solamente lamentar que Artur Lundkvist "casi siente asco" de mí, cuando yo estoy desnuda. ¡Lo siento, Artur! Además, a la pregunta de Aftonbladet: "Deben ser las chicas hermosas en los filmes?" Artur Lundkvist contesta: "Sí. Para sacarse la ropa en un film hay que tener un cuerpo atractivo". Sorry nuevamente, Artur, yo no estoy de acuerdo contigo. Es por eso que yo hice las escenas de sexo de Yo soy curiosa: amarilla y azul."

Lena Nyman no era de las personas que permitía que alguien la pasara a llevar, ni siquiera por un miembro de la Academia Sueca. Esta pequeña actriz, de porte, tenía una enorme fuerza interior. Aunque sin duda que además de esto poseía algo más, una fragilidad, que, como dice Leif Zern, en Dagens Nyheter, era su fortaleza. "Se trataba de intuición escénica, una capacidad casi frenética de escuchar, tanto a sí misma como a los demás. Ella no supervisaba su ego ni pulía su imagen".

La pregunta es cuanto influyeron en su vida los ataques a los que se veía expuesta, de vez en vez debido justamente a su forma liberal de ser, a su espontaneidad y a su sinceridad. A pesar de que siempre encontraba aliados poderosos. Una compañera de colegio, Betty Skawonius, cuenta que la última vez que se encontró con Lena fue el 2003, y en esa ocasión habían vuelto a tocar el tema del ataque del "gigante intelectual", Artur Lundkvist. Ese episodio había influido en toda su vida, y la había obligado a luchar con su confianza en sí misma durante largos periodos.

Algo completamente innecesario, para este genio de las artes dramáticas, que fue Lena Nyman. El teatro sueco ha perdido a una de sus mejores exponentes y nosotros hemos perdido a una amiga que nos hizo reír, durante las frías tardes de invierno, o las luminosas noches del verano nórdico.

 

Más datos - Lena Nyman:

Ana Lena Elisabeth Nyman había nacido en Estocolmo el 23 de mayo de 1944. Se formó en el Teatro Nacional sueco e intervino tanto en teatro, como en cine y televisión. Había debutado en cine a los 11 años, su primer reconocimiento le llegó con su colaboración con el cineasta independiente y experimental Vilgot Sjoeman en "491", en el año 1964.

El éxito le llegó tres años después con "Jag är nyfiken-gul" ("Soy curiosa, amarillo") y su continuación, un año después, "Jag är nyfiken-blå" ("Soy curiosa, azul"), que atrajeron la atención por sus provocadoras escenas de sexo y le valieron a Sjöman un proceso judicial en Estados Unidos por obscenidad y pornografía.

Nyman interpretó también uno de los papeles protagonistas en "Höstsonaten" ("Sonata de otoño"), de Ingmar Bergman, junto a Liv Ullmann e Ingrid Bergman.

Falleció el viernes 4 de febrero en la clínica Stockholms sjukhem, en Estocolmo, tras una larga enfermedad. En 2006 había padecido un enfisema pulmonar. Dos años antes, en 2004, le habían diagnosticado la enfermedad neurológica Síndrome de Guillain-Barré, trastorno en el que el sistema inmunológico ataca a parte del sistema nervioso periférico.

Fuente: Factoriadelcine.com

 

 
 
 
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