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Princesa Lilian

La Princesa Lilian de Suecia 1915 - 2013.

 

18 de marzo de 2013 | SUECIA |

El último adiós a la princesa traviesa

ESTOCOLMO: Este sábado Estocolmo se vistió de luto. A la una de la tarde en punto se llevó a cabo el funeral de la Princesa Lilian, en la catedral del palacio real.

Lilian May era la última representante de su generación y gozaba de gran popularidad, tanto dentro de la familia real como de la gente en general.

La princesa, de origen inglés, estuvo casada con el tío del rey, el Príncipe Bertil, a quien esperó durante 33 años, antes de poder convertirse en su esposa. Repetidas veces durante el oficio religioso el pastor Lars-Göran Lönnermark recordó la historia de amor de Bertil y Lilian, expresando que “lo más grande es el amor”.

Por: Marisol Aliaga

“La Princesa Lilian es un recurso muy importante para la Casa Real Sueca”, dijo, hace un tiempo atrás el actor Roger Moore, amigo cercano de la Princesa Lilian.

En efecto, la elegante y delicada dama inglesa encantaba a todos quienes la veían, con su calidez, su rapidez en la conversación y su gran sentido del humor. A pesar de que pasaron muchos años para que ella lograra acompañar a su esposo en las representaciones oficiales, supo ganarse rápidamente no solo el respeto, sino también el cariño de todos. Y pasó a ser una “extra abuela” para los príncipes suecos, Victoria, Carl Philip y Madelaine.

“Ella irradiaba alegría y tenía la capacidad de crear un ambiente cálido y agradable en su entorno. Los jóvenes de la familia apreciaban siempre las ocurrencias de la Princesa y sus bromas”, escribió el rey Carl Gustaf en la página web de la corte, al darse a conocer la noticia de su deceso.

Parecía una muñeca, por su belleza y su elegancia. Pero detrás de esa fachada se escondía una personalidad pícara y locuaz que gozaba haciendo bromas de tipo “practical jokes”. Conocida era la botella de kétchup con la que engañó a más de un invitado a cenar a la villa Solbacken, con lo cual reia mucho. Pero también tenía una picardía singular y un seco sentido del humor, muy británico, con el cual se entendía perfectamente con su marido.

Tal vez la única vez que se la veía algo triste era cuando hablaba de su niñez.

- No echo de menos mi niñez. Éramos muy pobres, ha dicho en entrevistas.

Y ha enfatizado la cercanía con la familia real sueca .

- Yo no tenía ni madre ni madre, ni hermanos ni hermanas. Tan solo un primo. La reina Silvia, y su familia, es mi única familia, dijo, para su boda, en 1976.

Este sábado los tres príncipes suecos dieron el último adiós a su “aunti Lilian”, en la catedral del palacio, junto al rey Carl Gustaf y la reina Silvia y a la reina danesa Margareta, su sobrina. También asistieron al oficio religioso representantes de las casas reales europeas, familiares y amigos.

 

Princesa Lilian y Príncipe Bertil
Lilian May y el Príncipe Bertil, por la década de los 40.

 

Una insólita historia de amor

En este país de príncipes y princesas la historia de la Princesa Lilian es como salida de un cuento de hadas. Durante muchos años quienes vivimos en este nórdico lugar del planeta hemos visto a esta elegante dama dar glamor a la fiesta de los Nobeles. Y, hasta 1997 la vimos acompañar a su esposo, el Príncipe Bertil, en una serie de actividades, muchas de ellas relacionadas con el deporte. “El Príncipe Deportivo”, como le decían, amaba los autos de carrera y las competencias.

Pero durante muchos años Lilian tuvo que vivir una vida oculta, antes de pasar a ser la Princesa Lilian, duquesa de Halland, a los 61 años.

Lilian May Davies nació el 30 de agosto de 1915 en la ciudad minera de Swansea, al sur de Wales, en el seno de una familia minera de escasos recursos. Sus padres se separaron cuando ella era pequeña y su madre falleció al poco tiempo después, por lo cual la pequeña Lilian quedó al cuidado de la hermana de su padre adoptivo.

A los 16 años se mudó a Londres, donde, gracias a su belleza, trabajó como modelo y actriz.
A los 25 años se casó con un actor, Ivan Craig. Poco tiempo después estalló la segunda guerra mundial y Lilian Graig trabajó primero en una fábrica que hacia aparatos de radio para la marina inglesa, y más tarde en un hospital, atendiendo a los heridos que llegaban del frente.

El 30 de agosto de 1943, al cumplir los 28 años, fue invitada a una cocktailparty, a la cual también asistió el ataché de la Marina Sueca, el Príncipe Bertil, un hombre alto y apuesto que se movía en los círculos de la alta sociedad londinense.

El príncipe contó más tarde que Lilian le había parecido “extraordinariamente hermosa” y desde el primer momento se percató de su sentido del humor.

- Good evening. Soy el Príncipe Bertil, de Suecia, se presentó el príncipe.

- ¡Y yo soy la Reina de Saba!, contestó Lilian.

Sin embargo, no fue amor a primera vista.

- No. ¡Yo diría que tomó dos minutos!, ha contado en entrevistas la princesa riendo como siempre.

 

Princesa Lilian y Príncipe Bertil
La primera foto de la joven pareja.

 

 

La Sra. Craig vivía en un modesto departamento mientras que su marido se había enrolado en el ejército. En plena guerra mundial, Londres sufría los bombardeos de la Alemania de Hitler. En una de esas ocasiones el príncipe vino por ella, para ponerla a resguardo de las bombas que caían sobre la ciudad. Lilian se alojó en su residencia. Y nunca más se separó de él.

- Ninguno de los dos pensamos que era algo que iba a durar. Fue un romance de guerra. Pero un romance de guerra que se mantuvo, dijo Lilian, muchos años más tarde.

Al terminar la guerra, Lilian Craig se separó de su marido, quien también había encontrado una nueva pareja.

No obstante, el romance de Lilian y Bertil no tenía futuro.

Debido a que los dos hermanos del Príncipe Bertil, Sigvard y Carl Johan Bernadotte se habían casado con “plebeyas”, habían perdido todos sus títulos principescos. Más aun, después de que el padre del rey actual sueco – y futuro rey de Suecia - perdiera la vida en un accidente de aviación, Bertil era el único eslabón entre el antiguo rey y el nuevo.

Si Bertil y Lilian contraían nupcias, ponían en peligro el futuro de la monarquía sueca. Y decidieron no hacerlo. Decisión que pagarían muy caro.

Convivieron durante 33 años. Una de las primeras medidas del actual rey sueco, Carl XVI Gustaf, luego de haber contraído matrimonio con Silvia, fue el dar su autorización para la boda de su tío. Corría el año 1976.

- Somos ya bastante mayores, y nos hemos conocido durante 33 años, dijo el Príncipe Bertil, en la conferencia de prensa con motivo del casamiento.

Pero agregó:

- Existe, por supuesto, una cosa de la cual nos arrepentimos. El hecho de no habernos podido casar antes hizo que no tuvimos nunca hijos. Esto es algo que es muy triste. Pero somos, de todas formas muy felices, ¿no es verdad? Dijo el príncipe, tomando la mano de Lilian.

- Muy, muy felices, contestó Lilian.

No obstante, los hijos de la pareja real, Victoria, Carl Philip y Madelaine, pasaron a ser los nietos que ellos nunca tuvieron. El príncipe Carl Philip heredó el interés de Bertil por los autos de carrera. Y la relación entre Victoria y Lilian fue muy cercana. Ambas tuvieron que esperar largo tiempo, antes de lograr formalizar la relación con “su” príncipe. “Tienes que seguir la voz del corazón”, aconsejaba Lilian a Victoria.

- Bertil es lo mejor que me he sucedido en la vida. Valió la pena esperar 33 años para poder casarme con él, dijo Lilian, después de su boda, un frío día de invierno de 1976.

Aunque en entrevistas ha reconocido que muchas veces se sintió muy sola, durante los años de “silencio”, cuando no se podía saber de su presencia.

Algo muy curioso en la historia de amor de Lilian y Bertil fue el hecho de que la prensa sueca durante esos 33 años supo siempre de esta relación, pero nunca escribió una palabra al respecto. El Príncipe Bertil era muy persona muy amable con todos, y siempre se daba el tiempo para entrevistas con la prensa. Los periodistas sentían que debían devolver el favor.

 

Princesa Lilian y Príncipe Bertil
Cada año viajaban en su Bugatti a unas competencias. Lilian ha confesado que "estaba muy asustada", en esas ocasiones.

 

Durante 1945, hasta 1997, la pareja residió en la villa Solbacken, en Djurgården, Estocolmo, y también en su villa de la rivera francesa. Todos estos años, además, la princesa ha conservado su pequeño apartamento en Londres, detrás de Harrods.

La partida del Príncipe Bertil, en enero de 1997, fue, obviamente, un duro golpe para la princesa. Pero contó con el apoyo de toda la familia real y, sobre todo, de la reina Silvia. Lilian tenía dificultades para conciliar el sueño, durante el primer tiempo del fallecimiento de su esposo, por lo que la reina instaló un catre de campaña, al lado de su cama, para hacerle compañía.

Más tarde, la princesa siguió participando en las actividades deportivas a las que acostumbraba acompañar al príncipe y en SOS Barnbyar y Unicef.

- ¡A mi edad, estoy contenta de tener un trabajo!, dice, riendo con la picardía que la caracterizaba, a la televisión sueca, en una ocasión. Tendría unos ochenta años.

La última presentación oficial de la princesa Lilian fue para el cumpleaños del rey, en 2008. Dos años más tarde, la Casa Real comunicó que la princesa sufría de Alzheimer. La reina Silvia se preocupó de que ella fuera tratada en su residencia de Solbacken. De la misma forma la reina había ordenado con su madre, a quien había perdido en 1997, debido a la misma enfermedad.

Tres enfermeras de Silviahemmet - la clínica que la reina fundó luego del fallecimiento de su madre y donde se tratan pacientes Alzheimer- la cuidaron durante todo este tiempo. Desde el verano del año pasado la princesa se encontraba postrada en cama y ya no reconocía a ninguna de sus visitas. Con excepción de la reina Silvia, quien la visitaba todas las semanas.

 

Princesa Lilian y Príncipe Bertil

Después de una espera de 33 años, la Princesa Lilian contrajo matrimonio con el Príncipe Bertil. A pesar de ser en pleno invierno, él logró conseguir las flores favoritas de ella, lirio de los valles.

 

La Princesa Lilian ha contado, en entrevistas y conversaciones con sus amistades, que ella y su marido nunca terminaban el día enfadados. Y que al dormirse, siempre lo hacían con las manos tomadas.

Ahora Lilian ha vuelto a estar al lado de su Bertil. Ha sido sepultada junto a la tumba del príncipe, en el cementerio de Haga, en Solna.

Debido al gran interés, la Casa Real tuvo que prolongar el horario para que el público pudiera visitar la tumba, y esta estará abierta también este lunes.



 

 

 
 
 
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