03 de octubre de 2011 | SUECIA
Los burgueses Bonnier son dueños de los medios de comunicación
Viejos redactores de Bonnier ya no creen en la imparcialidad del periodismo dentro del imperio mediático. En la actualidad incluye también las editoriales y el cine sueco. Además existe una cercana colaboración con el gobierno burgués. Aftonbladet quiere una discusión sobre lo que es el periodismo, qué es colocación de productos y qué es publicidad directa. Nosotros en Localtidningen sostenemos que el oligopolio ideológico hoy día es peor en Suecia que en la Italia de Berlusconi. Es Bonniers quien determina que ideas son las que deben llegar a los medios. Es por eso también que debemos reevaluar el periodismo e impulsar el concepto del periodismo ciudadano y nuevos medios de comunicación independientes.
Fuente: DIN Periódico digital/Johan Flyckt. Traducción: Magazín Latino
¿Está el Imperio Bonniers en conflicto con la carta de derechos de la UE?
Hoy día podemos ver una situación dentro de los medios suecos donde la diversidad ha sido descuartizada. Es un capitalismo monopolista quien controla quien puede ser escuchado en Suecia. Muchos sostienen que hoy día solo hay una legislación que puede salvar la democracia sueca y el derecho a ser escuchado. El pluralismo medial en los estados miembros de la Unión Europea dicen que la situación ha llegado tan lejos en Suecia que puede estar en conflicto con la carta de derechos de la UE. Quienes han impulsado el debate en las páginas culturales de Aftonbladet es el juego económico y medial que Bonniers conduce hoy día.
Bonniers, financieros y la alianza burguesa
La victoria electoral burguesa del 2006 marcó el inicio de la extrema expansión de Bonniers. Hoy día son dueños del 30 por ciento de todos los medios de comunicación en Suecia. Una directa consecuencia del resultado electoral en el 2006 fue que Bonniers pudo comprar TV4. Durante el 2008 también el gobierno burgués facilitó al canal pudiera trasmitir anuncios comerciales más frecuentes, lo que le dio también al canal una expansión económica.
Además se encargaron de que las reglas cambiasen para que TV4 ya no tuviera regirse por la exigencia de la televisión de servicio público (Public Service ) de imparcialidad en los reportajes de prensa. A cambio Bonniers les pagó permitiendo que TV4 tuviera un ángulo burgués ante las elecciones del 2010. Durante el mandato pasado también se le permitió a Bonniers a través de SF – Industria Cinematográfica sueca - tener un monopolio del mercado sueco del cine. Ya que la socialdemocracia había anteriormente había trabajado por una mayor diversidad en los medios de comunicación suecos, Bonniers tenía un gran interés económico de impulsar una victoria burguesa en las elecciones del 2010. Olle Wästeberg de Expressen dice que su periódico condujo simplemente una campaña por los burgueses durante la campaña electoral y sostiene que está bien. Lo motiva comparándolo simplemente con el Flamman, que es dirigido por un partido. Se puede sencillamente decir que el imperio mediático de Bonniers es una amenaza a la democracia en Suecia. Esto se puede ver claramente reflejado en la ayuda que los burgueses recibieron en la cobertura de las elecciones en TV4.
Cuando los tiempos son difíciles económicamente para Bonniers, su director Jonas Bonnier dice que es necesario nuevas medidas. Una de esas medidas fue derrumbar la pared entre la redacción de anuncios y la redacción de noticias. Es por eso que el Dagens Nyheter tiene un Director que controla tanto las páginas noticiosas como las con anuncios. Una consecuencia es que el documental en TV4 sobre la casa real también fue dirigido por la familia Bernadotte. Para la expansión Bonniers han tenido una gran necesidad de prestamistas benevolentes. Entonces Proventus y la familia Wallenberg han sido importantes actores. Es por eso que no es raro que el Dagens Industri, de propiedad de Bonniers haya publicado un artículo no crítico sobre el nuevo fondo inversionista de Proventus al mismo tiempo que el SEB de los Wallenberg fue aprobado en tres de las revistas económicas del consorcio Bonnies. En una serie de artículos el Aftonbladet dice un viejo redactor jefe de Sydsvenskan que "es más fácil ser ético si se es rico" Es por eso quizás que no es tan raro que Bonniers no tenga problemas en utilizar el dinero de Proventus que usurparon cuando saquearon el Gotabanken a raíz de la crisis bancaria en la década de los 90.
La Industria del Libro es una parte importante del Imperio de Bonniers
Destruir todas las pequeñas y medianas editoriales ha sido desde el 2007, una meta de la Editorial Albert Bonniers. Además toda la competencia interna dentro de las partes del consorcio del imperio mediático, está hoy día prohibido. La ofensiva comprende también medidas en la distribución. En un acuerdo con la cadena de tiendas Rusta, Bonniers tiene ahora un acuerdo que deja afuera a alrededor de 80 otras editoriales que existen en el mercado sueco. En la serie de artículos de Aftonbladet dice Lars Winkler de Svensk Bokhandel que "hoy día existe una agresividad dentro de Bonniers que no existía antes". Nosotros, en Din Lokaltidningen decimos que depende de la posición de dependencia que el imperio tiene. Económicamente a los prestamistas y otros acreedores y legales por su necesidad de una legislación burguesa benevolente. Por ejemplo, Bonniers tuvo el apoyo de la Ministra de Cultura Lena Adelsohn Liljeroth cuando la Editorial Albert Bonnier firma contratos esclavistas con escritores. Los escritores de todas formas firman contratos con Bonniers ya que es la única forma de que sus libros vean la luz del día. Compraron recientemente un mayorista de libros de bolsillo lo que le da control total de la gigantesca cadena Pocketshop que domina los aeropuertos y las estaciones de trenes en todo el país.
Entre los pobres valientes que tratan de mantener algún tipo de diversidad están las doce medianas editoriales con Ordfront a la cabeza. Se ven obligados a coordinar y centralizar para no ser totalmente borrados del mercado. Es casi una tarea imposible ya que Bonniers está por todas partes. Bonniers controla ahora incluso que títulos deben verse cuando Åhlens tiene su regular Festival del Libro.
Probablemente nunca podamos cambiar el gobierno
Mientras tanto Bonniers tenga el monopolio total del mercado mediático sueco, probablemente nunca tendremos otro gobierno que el actual. Similitudes con la Italia de Berlusconi o la Rusia de Putin no son difíciles de encontrar. Bonniers le da a la alianza burguesa canales y el gobierno le entrega leyes y reglas que le da dinero a Bonniers, libertad para ser imparcial y permiso para monopolizar aún más los medios de comunicación.
Lo único que puede curar la falta de diversidad y democracia en los medios de comunicación suecos es la nueva técnica, una nueva comunidad mediática y una legislación en contra de Bonniers. Aquí existen sin embargo posibles caminos dentro de la UE que, entre otras cosas, trabajan en diferentes proyectos en esta área.
