04 de junio de 2013 | SUECIA |

El cuidado a los ancianos es una lucha contra el reloj

Luego de que el canal de televisión estatal sueco, Svt, presentara este lunes un reportaje acerca del cuidado a los ancianos, las reacciones no se han hecho esperar. "Es justamente eso lo que sucede", "Exacto!", "A veces sucede eso, a veces la situación es aún peor", escriben al canal personas que trabajan en el sector del cuidado a los ancianos, con el servicio de asistencia domiciliaria a personas de avanzada edad.

El reportaje pone luz sobre la situación laboral de Li Kristjansdottir, quien trabaja dentro del servicio de asistencia domiciliaria a cargo de la comuna, en Uppsala. Li debe hacer 26 visitas a "clientes", como la empresa donde ella trabaja nombra a los ancianos, en el plazo de seis horas. Una ecuación imposible, escribe Svt.

Por: Marisol Aliaga

El cuidado a los ancianos es un tema que a menudo se toca, en el quehacer noticioso de Suecia y, muchas veces la noticia tiene un carácter de denuncia.

Este lunes el canal de televisión Svt ilustró el tema mostrando la situación de Li Kristjansdottir, quien se desempeña como auxiliar de enfermería. Su labor consiste en ayudar a los ancianos, o "clientes", como los nombra la empresa "Nyby hemvård", para la que trabaja y que depende de la comuna de Uppsala en el cuidado de las personas mayores.

Desde hace un tiempo hasta esta parte, se han producido varios incidentes en este rubro, en donde la prensa ha denunciado casos de ancianos que han sido abandonados a su suerte, mal alimentados o incluso maltratados por el personal a quien están a cargo.

El tópico que Svt muestra ahora trata de dar llamar la atención acerca de una situación laboral imposible, donde un empleado comunal debe visitar a 26 ancianos durante seis horas. Y a veces se espera que se encuentre en dos o tres lugares al mismo tiempo, según el esquema de trabajo.

Horarios imposibles

De acuerdo al horario, el auxiliar de enfermería debe estar en casa de un anciano de 18.40 a 19.10 horas, pero la próxima visita comienza ya a las 19.40, lo cual significa seis minutos antes de que termine la anterior.

- Es muy difícil cuando uno sabe que a ellos les gusta que uno llegue a sus hogares. A veces llego a casa de gente que ya ha preparado el café y todo listo para que yo me siente con ellos apenas llegue a verlos. Esa no es la la idea, dice Li Kristjansdottir a Svt.

El canal apunta a un informe de la Federación d Académicos y de "Kommunal", el cual sostiene que los horarios del personal encargado del cuidado de los ancianos a menudo carecen de apoyo en la realidad. En varios lugares, el tiempo que toma para ir de un lugar a otro se ha sacado del esquema laboral, como que si el personal se pudiera trasladar instantáneamente de una vivienda a otra, afirman uno de tres consultados al respecto.

A menudo el personal no alcanza con las actividades que tienen menos prioridad, como son el hacerles compañía, ayudarlos a ducharse y hacer el aseo a la vivienda.

No obstante, son muy pocos quienes se atreven a denunciar las irregularidades y lo imposible de lograr las metas exigidas. En el caso de Li, quien trabaja sólo por horas y pronto habrá terminado sus estudios universitarios, por esta razón se atreve a contar a la prensa detalles de su trabajo, mientras que la gran mayoría calla, por miedo a las represalias y a perder el puesto de empleo.

- Yo conozco a una madre de niños pequeños que no tiene estudios superiores. La amenazaron con despedirla porque se ha quedado en casa en ocasiones cuidando a sus niños cuando han estado enfermos. Los empleadores se pueden comportar como bestias, ya que hay gente que necesita desesperadamente de un empleo, expresó Li a Svt.

Según Svt, cada minuto que el personal trabaja queda registrado electrónicamente, a través de los celulares de éstos. Y si faltan minutos el empleado tiene que dar explicaciones a su jefe, lo que ha derivado en que en la actualidad los empleados han comenzado a escribir cuando van a los sanitarios.

- Tampoco es digno el tener que escribir cuando uno va al baño, apuntó Li.

Ella explica, durante la entrevista, que hay cosas que le dan mucha frustración. Como el caso de una anciana a quien se le había muerto su marido. Li se quedó 20 minutos haciéndole compañía, en lugar de los 10, que le exigía su horario.

- Ella había puesto la mesa con servilletas y porcelana fina, y luego yo estaba obligada a dejarla sola a los pocos minutos, expresó, con desencanto, la auxiliar.

Svt recibió una numerosa cantidad de mails de personas que querían comentar el reportaje. Una de ellas escribe:

"Además de ser ofensivo contra pacientes que no reciben por lo que pagan, constituye también un gran peligro social, ya que estas auxiliares pronto sucumbirán bajo la presión, ni siquiera tienen tiempo para ir al baño."

Otro auxiliar, quien tampoco da su nombre verdadero por temor a ser despedido, escribe:

"El gran escándalo escondido en Suecia y sus comunas es que el estado y los distritos simple y sencillamente no quieren pagar por un cuidado digno. Los políticos esconden y mienten acerca del ahorro y los recortes eternos. Yo no tengo más de 5 - 10 minutos para mis visitas a domicilio, y para el traslado entre estas, ninguno. El sueldo es una vergüenza, yo miento a menudo y digo que gano más de lo que gano - yo debería tener un buen sueldo, piensa la gente, considerando las horas de trabajo en tiempo incómodo. Jaja, eso desearía!".

Otros empleados se quejan de los políticos, quienes no tienen idea de las condiciones de trabajo del personal dedicado al cuidado de los ancianos. "Vengan a trabajar con nosotros un solo día, y verán!", afirman varias personas en sus mails a Svt.