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Karen
La gendarme Karen Gebreab. Foto: svt.se.
 

16 de diciembre de 2011 | SUECIA |

Asesino de Karen condenado a cadena perpetua

ESTOCOLMO: Este viernes 16 de diciembre se dio a conocer el fallo del juicio en contra del asesino de la gendarme Karen Gebreab. Erik Ljungström, de 28 años, fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal de Primera Instancia de Södertälje, al sur de Estocolmo. La corte califica el crimen de "cruel, brutal y bestial", y encuentra "más allá de toda duda" la intención del ataque. Ljungström estaba consciente de las consecuencias, más de cincuenta golpes a la cabeza le propinó a la frágil joven de 24 años, quien falleciera poco después de la despiadada agresión. El hermano de la víctima, Mathias Gebreab, declaró a la prensa:

- Este es el caso más fácil en la historia en Suecia. Cualquier otra cosa que cadena perpetua como castigo hubiera sido enfermizo.

No obstante, el joven no demostró ansias de venganza, por el contrario, considera que el asesino de su hermana padece de un desorden cerebral y culpa en cambio a la dirección del régimen penitenciario de haber fallado en las rutinas, permitiendo que un prisionero peligroso fuera puesto bajo la custodia de una sola persona. Mathias Gebreab y la familia de su fallecida hermana están dispuestos a iniciar un proceso judicial en contra de la dirección del plantel.

Por: Marisol Aliaga

El lamentable hecho ocurrió el 3 de octubre del año en curso en la prisión preventiva de Flemingsberg, al sur de Estocolmo, cuando la gendarme Karen Gebreab fue muerta a golpes por el interno Erik Ljungström. El hombre de 28 años había ingresado hacía poco tiempo al plantel, y estaba considerado como altamente peligroso, luego de haber tratado de matar a su amigo a cuchillazos.

A pesar de esto, cuando el ascensor donde venía Ljungström llegó al pasillo que conducía a la terraza del establecimiento, lo recibió la joven, de no más de 1,58 metros de altura, completamente sola.

Karen Gebreab era una funcionaria querida por los reclusos que se caracterizaba por su amabilidad. Jugaba a menudo a las cartas con ellos, durante la hora de colación, y recibía a todos con una sonrisa. "Ella los veía a todos, y era muy respetada, tanto por sus colegas, como por los reclusos", ha dicho su hermano.

Su meta era recibirse de abogada. Estaba convencida de que la criminalidad no se combate con el castigo, y de que las razones por las cuales los seres humanos caen en ella dependen de las circunstancias, no de una maldad intrínseca.

- Mi hermana no juzgaba nunca a nadie. No importaba lo que la persona hubiera hecho o el delito que hubiera cometido, ella encontraba siempre algo positivo en esa persona, o una explicación de porqué todo había resultado tan mal – que tenía que ver con su pasado, o lo que pudiera ser, explica en el vespertino Aftonbladet Mathias Gebreab.

Esa mañana del 3 de octubre Karen tuvo la amable actitud de siempre. En la grabación de video que está guardada y sirvió de evidencia para el fallo condenatorio, se ve a la menuda joven recibir a quien en pocos minutos se convertiría en su verdugo con una sonrisa, sin sospechar ningún acto de violencia por parte de este.

Sin embargo, cuando Karen le vuelve la espalda para abrir la pesada puerta de metal que conduce a los llamados "pedazos de torta", especies de jaulas ubicadas en la terraza del establecimiento, donde los internos tienen derecho a una pausa de un par de horas al día, Erik Ljungström sorpresivamente arremete contra ella.

Ella no alcanza a reaccionar, y el hombre le da golpe tras golpe en su cabeza, según la filmación, la acomoda para seguirle pegando, en un ataque de furia incontrolable. En esos precisos segundos su colega, una mujer de 60 años, ve lo que sucede por la pantalla del monitor interno y acude de inmediato a su rescate. Pero con tal mala suerte que cuando llega al lugar y comienza a darle golpes a Ljungström para que suelte su presa, este le arranca de un solo zarpazo la porra, y continua la paliza mortal en contra de la joven.

La mujer guardia decide entonces huir del lugar, en busca de ayuda, y, cuando al cabo de unos segundos llega en compañía de un colega, Ljungström se entrega de inmediato mientras que en el suelo yace, agonizante, Karen.

 

El fallo de hoy constata que Ljungström demostró una "gran brutalidad" cuando, con toda su fuerza azotó la cabeza de Karen, al mismo tiempo que la tenía tomada del cabello y en repetidas ocasiones, durante el acto de violencia, acomodó su cuerpo, para poder hacerle más daño". El tribunal considera que el acusado cometió un acto de "crueldad extraordinaria" y un crimen "brutal y bestial", por lo tanto es condenado por asesinato.

El fiscal, Markus Hannkio, declaró a Aftonbladet que el fallo era esperado y que "fue el único castigo razonable por los crímenes por los cuales se le condena".

- Él tendrá que cumplir su plazo en una celda durante un largo tiempo, dijo Hannkio.

El padre de Erik Ljungström, quien fue interrogado durante la investigación siquiátrica del imputado, declaró que su hijo "se volvió loco", a los 14 años, cuando su madre falleció, producto de un cáncer. A los 17 años se le diagnosticó padecer del síndrome de Aspbergers, siendo remitido a una casa correccional.

Por su parte, el hermano de Karen, Mathias Gebreab, es quien ha representado a la familia, para quienes la pérdida de Karen ha sido difícil de soportar.

Para él, su hermana era su ídola, a pesar de ser diez años menor que él. Karen había estudiado para asistente social, y precisamente era a personas como Erik Ljungström a quienes quería ayudar.

- Ella era una pequeña gran persona, dice Mathias Gebreab.

Los hermanos se criaron en uno de los suburbios de Estocolmo, Husby.

- Sucedían cosas alrededor de uno todo el tiempo, uno lo veía constantemente. Hemos tenido amigos que han caído a la cárcel o en las drogas. Nuestra propia adolescencia fue dura, pero disciplinada y estable. Nuestro padre nos ayudó a entender lo que está bien y lo que está mal. Karen pudo elegir el camino correcto y se veía si misma como una privilegiada, expresó Mathias Gebreab.

El joven, de 34 años está conforme con el fallo, pero no abandona la lucha porque se haga justicia respecto a la muerte de su hermana.

- Es ridículo, realmente, ser feliz por un condenado a cadena perpetua. No sé qué decir. Estoy convencido de que el tribunal de distrito tomó la decisión correcta. Sin embargo, ahora comienza el trabajo. Ahora esperamos el juicio en contra de la dirección de la correccional, que son los causantes de que mi hermana perdiera la vida.

No obstante, Mathias y la familia de Karen no quieren dejarse consumir por sentimientos de odio, por el contrario, quieren seguir luchando por lo que ella consideraba importante.

- Ahora queremos poner hincapié en los temas que la motivaban a ella. Porque se puede hacer algo al respecto, entonces esto no ha sido completamente en vano y hace que la pena sea más fácil de llevar, dijo Mathias.

El abogado de la familia, Johan Åkermark, decidió unirse al deseo de esta, contactando a la organización de Fryshuset, con la cual han iniciado un "Memorial found" en memoria de Karen, con motivo de ayudar a jóvenes que necesiten ayuda para salir adelante en la vida.

Johan Åkermark puso desde ya a disposición del memorial sus honorarios, de 43 600 coronas.

- Lo que representaba Karen, es precisamente lo que Fryshuset representa, expresó Johan Oljeqvist, jefe de la organización juvenil.

 

Más datos:

Para donar dinero al fondo, el número de la cuenta bancaria es 202-7373. Y es necesario escribir: "Karens minnesfond".

 

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