La líder de Iniciativa Feminista, Gudrun Schyman, junto a la candidata del partido, Soraya Post. Foto: Sverigesradio.se. (La imagen está recortada).

28 de mayo de 2014 | SUECIA - COLUMNA |

Elecciones al Parlamento Europeo - fiasco para M, triunfo para FI

Este domingo 25 de mayo se llevaron a cabo las elecciones al Parlamento Europeo en Suecia, y los veinte mandatos al Euro parlamento se repartieron entre nueve partidos.
La gran sorpresa de los recientes comicios fue el partido feminista Iniciativa Feminista (FI), que con un 3,3 % logró un mandato en Bruselas pero solamente algo más de la mitad de los votos del partido xenófobo Demócratas de Suecia, que con un 9,7 % se aseguró dos mandatos.

El gran perdedor fue el partido oficialista, los Moderados, que obtuvieron resultados catastróficos (13,6 %) y que fueron sobrepasados por el Partido del Medio Ambiente, que obtuvo un 13,3 %.

Göran Greider hace un análisis de las elecciones, constatando "un debilitado centro y una periferia reforzada".

 

Fuente: etc. 26-05-201. Autor: Göran Greider. Traducción: Magazín Latino

 

El centro se hace estrecho

Dos aclamaciones coincidieron durante la vigilia en espera del resultado de las elecciones: La Iniciativa Feminista entra el parlamento europeo con su poco más del cinco por ciento. Desgraciadamente también lo hacen los Demócratas de Suecia con su diez por ciento. Y allí nos encontramos nosotros: en el ventarrón de dos lados ideológicos.

Porque dos vientos soplaban a través de la campaña electoral sueca a las elecciones del Parlamento Europeo. Vientos de izquierda hicieron que a los tres partidos rojiverdes representados en el parlamento y la Iniciativa Feminista juntos les fuese mejor que a los partidos de la Alianza y, en particular, los moderados colapsaron. El Secretario del partido Moderado, Kent Persson, se veía muy atormentado en la espera del resultado de las elecciones, en la televisión sueca. Pero también sopló un viento muy frío de derecha, cuando los Demócratas de Suecia conquistaron casi el diez por ciento de los votos.

La tendencia europea continúa siendo de baja participación en las elecciones, a pesar que las atribuciones del parlamento, lento pero seguro, sobre todo después del tratado de Lisboa, aumentan. En realidad es una clara señal catastrófica de cuan mal funcionan las instituciones de la UE. La crisis del Euro y las bancarias de estos últimos años han dejado profundas heridas. El Euro trajo, en combinación con la crisis financiera, un desempleo masivo, las violentas medidas de austeridad en una serie de países y una Europa muy dividida en una parte sur y una norte, al mismo tiempo que la crisis deja tras una marejada, tanto al extremo derecho como al de izquierda.

Algunos vientos de izquierda -sí. En Suecia, Alemania y Grecia, para mencionar algunos países. Pero también la profunda resaca de la idea de la UE y, aún peor, grandes éxitos de partidos de extrema derecha. Tanto el grupo con partidos de izquierda y el con socialdemócratas crecieron algo en las elecciones al parlamento europeo, mientras que los liberales y conservadores retroceden. Sin embargo simultáneamente crece un extremismo de derecha en Europa. Que el Frente Nacional francés sea la representación francesa más grande en el parlamento es aún más horrible. El éxito de la británica Ukips es quizás un poco menos horrible desde un punto de vista antirracista, pero es señal de un profundo descontento con las medidas de austeridad tomadas en Gran Bretaña.

Pero lo que sobresale sobre todo cuando se mira el panorama de la UE, es la polarización. Estamos viendo en realidad una profunda crisis de todo tipo de política de centro en la Unión Europea, tanto la versión burguesa como la socialdemócrata.

Adentro con las feministas -pero también con los racistas, ya que incluso los Demócratas de Suecia hacen entrada en el parlamento europeo, y con creces. El alto resultado de los Demócratas de Suecia es notable; la mayoría había contado con una baja disposición a votar entre los electores Demócratas de Suecia en contra de la UE. Soplando uno contra el otro, vino un viento de derecha y uno de izquierda.

Así sucedió en Suecia. Si hay un padrón en la aglomerada Europa es justamente esto: un debilitado centro y una periferia reforzada. Y en lo que se refiere a las elecciones parlamentarias en Suecia este otoño, hay una enseñanza central en estas elecciones suecas al parlamento europeo: la gente está cansada de todos los rituales de las posiciones de centro y busca algo nuevo.