Portada Suecia América Latina Mundo Multimedia
 
 
Shadakshari Avalokiteshvara, la diosa de la compasión universal. Foto: Exoticindiaart.com
 

04 de febrero de 2011 - SOCIEDAD

Un momento con Shadakshari

Continúo el relato de mi visita al Museo Etnògrafico en Estocolmo, para contar sobre la impresión de mi encuentro con Shadakshari Avalokiteshvara, la diosa de la compasión universal. Cabe decir que gracias al ininterrumpido esfuerzo de los dirigentes del Museo por preservar y difundir el conocimiento de las más exóticas culturas foráneas, se hace posible acceder a ellas. Por lo cual al entrar a la pequeña sala "DE POLO A POLO" uno se encuentra con la diosa que se alberga en este acogedor espacio suavemente iluminado y decorado con exquisita sobriedad. Entre algunos papiros de escrituras sagradas, dominando el espacio con su presencia, sobresale la escultura de ella en tamaño monumental primorosamente trabajada en bronce y plata. Descansa sobre un entarimado con serena beatitud en posición del loto, que es el antiguo símbolo divino de la India y por representar la compasión universal se asemeja a su preciosa flor, cuyos pétalos al irse abriendo sugieren la expansión del alma, la belleza más pura y la bienaventurada promesa del nirvana que es la incorporación del hombre con Dios. La Madre Divina, deslumbrante y serena, preludiando un relámpago de luz, conmueve al visitante, porque aunque carezca de espíritu dentro de ella, inspira y logra transmitir la visión de la bondad absoluta.

Por: Consuelo Carrillo Meza (*)

Shadakshari es la conjunción de infinitas expresiones de compasión universal. Estas se sugieren en la posición yoga, relajada y serena, los ojos a medio cerrar, una dulce sonrisa esbozada en los labios y las manos levantadas simbolizando una bendición sobre toda la tierra. Este perfil ofrece a grandes rasgos una ayuda y la posibilidad de comprender el sentido real del budismo cuya esencia es alcanzar un estado espiritual tan poderoso y profundo como la compasión. Los profusos brazaletes y collares que la adornan son solo recordatorios de las cosas del mundo y el creyente no cae en idolatría porque sabe que esto también es vanidad.

El silencio y la media luz reflejada en este pequeño recinto, envuelven a las almas sensibles en una reverente solemnidad. El hálito incorpóreo de la divinidad flota en el ambiente y la ausencia de otros objetos hace que la mente se abra a la eterna pregunta y el deseo de comprender el misterio de la creación. Como un relámpago de luz brota un sentimiento fresco de respeto a los demás y a la naturaleza. Aguijoneados por el afán de adentrarse en la sabiduría y el pensamiento de antiguos pueblos como los del Extremo Oriente Antiguo y los de los grandes imperios latino americanos, el espíritu se remonta más allá del tiempo y el espacio yendo a ellos para valorarlos en su justa dignidad, guiados por el favor de Dios en su aspecto de Madre.

Pese al aislamiento continental y marítimo entre las zonas del Extremo Oriente Antiguo, se sabe que existieron contactos entre India y China tanto en la difusión del hinduismo al Sudeste asiático como del budismo a Tibet, China y Japón. Dentro de este contexto aparece en el escenario de la historia de las religiones, la diosa Kali del reciente movimiento piadoso hindú, quien recibe el atributo de ser la benévola Diosa Madre y es la santa patrona de Calcuta. Se dice que Dalai Lama es una encarnación de ella, lo que de hecho se hace extensivo a Tenzin Gyatso 14avo.

Dalai Lama Premio Nobel de la Paz 1989 con cuyas palabras relativas a la compasión, cerraré esta reseña y dejando a Kali, como la imaginación no conoce límites, irá al nuevo continente. Nos esperan Mama Quilla, la Diosa Madre de la cosmovisión andina inca, Coatlicue de las tierras mejicanas, Ixchel, la diosa Maya que representa el principio eterno masculino-femenino asociada al amor y a la feminidad, Chanunpa de la milenaria tradición de los indios de América del Norte, que enseña al mundo a trabajar para adquirir una nueva relación con los demás como consecuencia de una nueva forma de comportamiento y de apertura a los que nos rodean, el respeto hacia ellos y a la Madre naturaleza.

Fuera de la presencia de la divinidad de la tradición budista china, Shadashari Avalokiteshvara y de su sonrisa compasiva, recuerdo las palabras de Dalai Lama:

"Mientras se es compasivo con los demás, se fomenta y se sostiene una disciplina responsable en este sentido, no cabe duda de que se es feliz"

Blog de Consuelo

 

 
 
 
Copyright 2010 © Mujer.se

All rights reserved.