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SvD y Mauricio Rojas
El ex mirista Mauricio Rojas es publicado en El Mercurio, en Chile y en SvD, en Suecia. Ninguno de los dos diarios parece estar al tanto de la ocupación actual de Rojas.
 

30 de enero de 2012 | SOCIEDAD |

¿Quién es Mauricio Rojas? - Segunda parte

Continuamos con nuestra cobertura acerca de las reacciones originadas por el artículo de Mauricio Rojas publicado en el matutino Svenska Dagbladet. En esta edición les presentamos la respuesta de la Federación Nacional Chilena de Suecia (Chilenska Riksförbundet - Haga clic) y de Marcela Vera, quienes le contestaron al Sr. Rojas a pocos días de la publicación en SvD. También queremos informar que seguimos esperando la respuesta del Sr. PJ Anders Linder, jefe de editorial de SvD y responsable directo de la publicación de Rojas, a nuestras preguntas vía mail.

Por: Magazín Latino

Traducción de la respuesta de Marcela Vera, joven chilena residente en Suecia:

Mauricio Rojas y la no-violencia

Mauricio Rojas da muestras de lo que en psicología se llama "proyección", es decir cuando una persona no está dispuesta o es incapaz de reconocer sus propias debilidades y se las adjudica a otras personas con el fin de defender su propia imagen. En su artículo "Que Chile evite revivir la historia" (publicado en diciembre de 2011 en el SVD), refiriéndose a la democracia dice acerca de la izquierda chilena y de Allende: "En su opinión era falsa, a diferencia de la verdadera democracia, la que había en Cuba y otros países comunistas". En una entrevista con Rojas en el diario chileno El Mercurio, dice de sí mismo en los años 70: "Yo quería destruir la democracia por la fuerza, porque pensaba que se trataba de una falsa democracia". También dice que para él era irrelevante matar a sus amigos y a la gente que conocía, porque se trataba de "pequeñas criaturas" que no habían notado que él era el "Mesías" (El Mercurio 27 de noviembre 2011). En otras palabras, para él no se trataba de ideología. Probablemente hubo muchos como Mauricio Rojas en ese tiempo, siempre han existido en la Historia, pero eso no quiere decir que toda la izquierda pensó igual que él. Rojas omite el hecho de que el gobierno de Allende estaba formado por varios partidos (no sólo el Partido Socialista, que es el único que nombra), incluyendo la Izquierda Cristiana, que no era marxista, sino cristiana y humanista. Otro partido era el Mapu, que era independiente del marxismo internacional y muy crítico a la Unión Soviética. El mismo Allende fue crítico de la misma y quienes lo conocieron personalmente saben que pensaba que Cuba no era un país democrático. Por eso habló de una "vía chilena al socialismo", un término que se refería a un proyecto político para alcanzar el socialismo en el contexto de la votación, las instituciones existentes, la democracia, el pluralismo y la libertad.

Mauricio Rojas acusa a Allende y al Partido Socialista de un "derrocamiento sistemático de la base de la democracia en Chile" y da como ejemplo las ocupaciones y las huelgas en los años 60, cuando Allende y la Unidad Popular aún no estaban en el poder. El partido que estaba en el gobierno en ese momento era la Democracia Cristiana, que apoyó a Allende en las elecciones parlamentarias en 1970 con una condición, la que fue aceptada por Allende y la Unidad Popular: la firma del "Estatuto de las garantías democráticas" (8 de octubre de 1970), una reforma constitucional que garantizaba un total respeto por la democracia y las libertades públicas. Rojas también omite el hecho de que, entre 1963 y 1973 la CIA efectuó varias acciones encubiertas en Chile, en primer lugar con la intención de impedir que Allende llegara al poder y luego con la intención de quitárselo. Antes de las elecciones en 1970 la CIA llevó a cabo diversas "operaciones de destrucción", como se desprende de los antiguos documentos secretos del Departamento de documentos clasificados (disponible en la página de la CIA en Internet). Durante el periodo 1963-1973 la CIA invirtió millones de dólares en apoyo financiero a los partidos de centro-derecha, contra propaganda a través de los medios de comunicación (como El Mercurio) y financiación de grupos de oposición y organizaciones privadas. Parte del dinero fue utilizado para huelgas y sabotaje cuando Allende después de todo fue elegido democráticamente como Presidente, como para armamento que fue entregado a los conspiradores militares (Covert action in Chile 1963-1973. Staff Report of the Select Committee To Study Governmental Operations With Respect to Intelligence Activities). [ML recomienda bajar este documento en caso de que en un futuro sean borrados].

Aparte de eso, Mauricio Rojas parece estar totalmente desconectado de la realidad en Chile. En primer lugar, no se ha enterado de que lo que ha caracterizado al movimiento estudiantil hasta el momento ha sido justamente su distanciamiento de la violencia. No hay violencia en el acto de abrazar a carabineros armados o en cantar, bailar y expresar descontento en forma de carnaval. Otra cosa es creer en lo que los medios de comunicación como "El Mercurio" (conocido nacionalmente por sus mentiras y manipulación, por haber recibido dinero de la CIA y haber ocultado los crímenes de Pinochet), o centrar la atención en las imágenes con carabineros infiltrados lanzando piedras, en lugar de los cientos de miles de estudiantes pacíficos, profesores y otros manifestantes de todas las edades (incluidos niños y ancianos). Además de una enorme creatividad, los estudiantes han demostrado que cuando toman la palabra en los debates, los políticos se quedan sin argumentos. Tanto los políticos de izquierda como de derecha se ponen neuróticos cuando caen en esa situación frente a ellos y las cámaras. Porque no se trata de comunistas, como Rojas y sus amigos en el gobierno chileno quieren hacer creer. Ni siquiera se trata de derecha o de izquierda, las nuevas generaciones no tienen la mentalidad de la Guerra Fría en la que Rojas se ha quedado atascado. Es simplemente una cuestión de sentido común. No es de extrañar que cuentan con el apoyo del 80% de la población (según las estadísticas). Rojas no menciona qué es lo que quieren los estudiantes, ya que se trata de algo tan significante como un derecho humano que se les niega con la violencia brutal de Carabineros, quienes ya han causado la muerte de un joven de 16 años. Recibió un balazo en el pecho mientras estaba parado detrás de su hermano en silla de ruedas, haciendo nada. No es de extrañar que la UNESCO le haya dado una advertencia al gobierno chileno debido a la violación de los derechos de los niños.

Rojas tampoco parece haber entendido que "crecimiento económico" no es lo mismo que "desarrollo" y que el estándar de vida de la mayoría de la población está muy lejos de la de los parlamentarios. No ha vivido allí en los últimos años como para saber que el gobierno ha vuelto a tomar los antiguos métodos de opresión (allanamientos en medio de la noche, humillación, abusos, etc.) en las comunas pobres, donde no creo que él se mueva cuando visita Chile. Chile aún tiene una Constitución que fue creada por la dictadura en 1980, cuyas leyes el gobierno no duda en poner en uso, las veces que no actúan fuera de ellas, simplemente. Chile es un país "democrático" con leyes hechas en dictadura, donde los políticos pertenecientes a los partidos del gobierno celebran a los asesinos descaradamente, como lo hicieron hace unas semanas cuando con fondos públicos se llevó a cabo un homenaje al brigadier Krassnoff Marchenko, condenado a 144 años de prisión por los crímenes contra la humanidad que cometió durante la dictadura de Pinochet ... El gobierno no tomó distancia de ello.

Por lo tanto, si Rojas desea predicar la no-violencia, debería comenzar en La Moneda. O tal vez debería empezar consigo mismo, distanciándose de sus camaradas por la violencia incitada y la aprobación de ceremonias que ensalzan la violencia con homenajes a los secuestros, la tortura, la violación, la desaparición de personas y los asesinatos en masa.

Marcela Vera

 

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