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La Pris de Paris
La Pris de Paris.
 

30 de abril de 2012 | SOCIEDAD |

Las mujeres de la Comuna de París

La Comuna de París se instauró el 18 de marzo de 1871 y culminó el 28 de mayo del mismo año, con la denominada Semana Sangrienta, en la que el gobierno de Thiers y las fuerzas de Versailles derrotaron este gobierno revolucionario que sacudió al poder burgués y lo mantuvo en jaque durante dos meses.En estas fechas se recuerdan y se ensalzan las figuras de los rebeldes, quienes por primera vez en la historia se atrevieron a violar los privilegios de las instituciones gubernamentales, dejando sus leyes sin efecto y adoptando un sistema que dio más representación a los barrios obreros. Pero pocos suelen mencionar el papel importante que tuvieron las mujeres intelectuales y trabajadoras de esta época.

Por: Marcela Vera

Muchos de los revolucionarios de la Comuna de París pertenecían a la sección francesa de la Primera Internacional. Eran seguidores de Proudhon, cuyas ideas predominaban y eran seguidas por la mayoría de los hombres rebeldes de la Comuna. Proudhon sostenía que el rol de las mujeres era "ser ama de casa, o ramera", e incluso había inventado toda una teoría para ilustrar la inferioridad de la mujer. Así mismo, la sección francesa presentó un memorándum en contra de la participación de las mujeres en en el campo laboral y en la Primera Internacional. Aún así, las mujeres jugaron un rol importante en la Comuna de París, llegando ésta a ser un gran hito en el camino de su emancipación.

El 18 de marzo de 1871, las mujeres desempeñaron un papel crucial en la neutralización de las tropas enviadas por Thiers para apoderarse de los cañones de la Guardia Nacional. Junto a sus niños se pusieron delante de los cañones y luego rodearon a los soldados, gritándoles que dejaran las armas y no le dispararan al pueblo. Los soldados sintieron que no tenían el poder para resistir las ovaciones y se negaron a dispararle a quienes los rodeaban. El batallón nro.88 fraternizó con la multitud y en cambio, arrestó a su propio general. En toda la ciudad, las mujeres rodearon a los soldados, los forzaron a detener los caballos, cortar los arneses, y éstos se vieron obligados a confraternizar con sus compatriotas de la Guardia Nacional.

Louise Michel fue una de las más destacadas figuras de la Comuna de París. Fue electa presidenta del Comité de Vigilancia, ejerció de enfermera y formó parte del batallón nro.61, tomando las armas. Se ofreció para ir ella misma a matar al presidente Adolphe Thiers, pero fue persuadida por miedo a las represalias. Durante la Comuna le exigió al alcalde abolir los prostíbulos, que fundiera la campana de Montmartre para hacer un cañón para defender los barrios de los trabajadores, y que se preocupara de crear albergues para los ancianos, niños y enfermos. Muchos hombres se negaban a dejar que las prostitutas atendieran a los heridos, pero Louise las hizo cargo de esa tarea. Por su participación en la revuelta fue deportada a Nueva Caledonia, pero de vuelta en Paris, en una conmemoración de la Comuna de Paris, tomó su falda negra y la ató al palo de una escoba, a modo de bandera. Desde entonces la bandera negra es símbolo del Anarquismo.

Elizabeth Dmitrieff, miembro de la Asosiación Internacional de Mujeres Trabajadoras y co-fundadora de la sección rusa de la Primera Internacional, fundó la Unión de Mujeres por la Defensa de París y el Cuidado de los Heridos, que se ocupó entre otras cosas, de movilizar a las mujeres. El 11 de Abril, en su primera llamada a batallar, la Unión de Mujeres proclamaba:

"Ciudadanas de París, descendientes de las mujeres de la Gran Revolución, las mujeres que en nombre del pueblo y la justicia marcharon hacia Versailles y se llevaron a Luis XVI haciéndolo cautivo. Nosotras, las madres, esposas y hermanas de la gente francesa, ¿vamos a permitir que la pobreza y la ignorancia hagan enemigos de nuestros hijos? ¿Permitir que se maten entre ellos – el hijo contra su padre, el hermano contra su hermano - ante nuestros propios ojos, por el capricho de nuestros opresores, que quieren que París sea entregado a los extranjeros y sea aniquilado? Ciudadanas, el guante ha caído. Tenemos que ganar o morir."

La Unión de Mujeres, a pesar de las protestas de los varones, más tarde pasó a formar parte de la Primera Internacional. Durante la Comuna de París, La Unión se encargó de alentar a las mujeres a tomar las armas en las barricadas y de contribuir con armamento para la Comuna. Tres mil mujeres fueron reclutadas para la fabricación de cartuchos y quince mil mujeres cosieron los sacos para las barricadas que construyeron. Entre ellas, la legendaria barricada de la Place Blanche en el Boulevard de Clichy, un batallón de 120 mujeres. En el lado oriental del 18vo distrito combatía Josephine Courtois, quien ya se había ganado el título de "Reina de las barricadas", por su papel en el levantamiento de Lyon en 1848.

La Unión de Mujeres luchaba por una revolución social, la abolición de las estructuras sociales y legales existentes, la eliminación de todas las formas de explotación y privilegios, la sustitución del imperio del capital por el Estado de Trabajo. Advocaba por el derecho al voto femenino, la educación secular, el trabajo y la educación superior para las mujeres, la educación para los huérfanos, la igualdad de salarios, el derecho al divorcio, la eliminación de las distinciones entre mujeres casadas y concubinas, y entre hijos legítimos e ilegítimos. Varias de estas demandas, como la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, fueron escuchadas e instauradas en la Comuna, antes de que las tropas de Versailles entraran a masacrar a las/los rebeldes y acabaran con la Comuna de París.

Las desigualdades de género y las desigualdades entre las clases sociales, continúan hasta hoy. Pero la Comuna de París fue un hito importante en la Historia de la mujer trabajadora, por haber sido incluida por primera vez junto a sus demandas dentro de la lucha proletaria y de las organizaciones socialistas y anarquistas. Las mujeres se hicieron escuchar a pesar de la ideología androcéntrica y misógina que las consideraba inferiores y no aptas para formar parte del campo laboral ni de la lucha por los derechos de los trabajadores. Una vez más, demonstraron que su fuerza y convicción eran necesarias en los movimientos sociales e impulsora de grandes cambios, como la Revolución Francesa, tras la cual fueron llevadas a la guillotina por los "revolucionarios", luego de haber sido protagonistas de gran importancia.

La Comuna de París fue un hito importante en la historia de la emancipación femenina en sí, después de mayo de 1871 las ideas misóginas de los teóricos socialistas fueron teniendo cada vez menos apoyo. Las mujeres ya no estaban confinadas a la cocina o a la prostitución por "orden natural".



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