Portada Suecia América Latina Mundo Multimedia
 
 
Mona Sahlin durante la noche de las elecciones, 19 de septiembre. Fotográfa: Marisol Aliaga
 

Noviembre 2010 - AMÉRICA LATINA

Mona Sahlin, al momento de su renuncia: “Yo he jugado un rol importante, ahora le toca a otros”

El pasado domingo 14 de noviembre la líder del partido de la socialdemocracia, Mona Sahlin, anunció su renuncia, en una rueda de prensa convocada con escasa antelación. “Cuando el partido celebre su congreso extra, en marzo del próximo año, se elegirá también a un nuevo presidente. Esta es la información que yo he entregado hoy al partido”, declaró, visiblemente conmovida, la dirigenta socialdemócrata. Sahlin se refirió también a los pésimos resultados obtenidos en los comicios de septiembre. “Yo no creo que hubiera sido adecuado ir a elecciones nuevamente, con las mismas personas. Yo he jugado un rol importante, ahora le toca a otros”, dijo Mona Sahlin.

Por Marisol Aliaga

Exactamente a las 17.11 de la tarde del domingo pasado un sueño de toda una vida se derrumbó, tal vez para siempre. El sueño de Mona Sahlin, y de todos quienes querían verla a ella, como la mandataria de Suecia. La primera mujer que ocuparía el cargo más alto del país. A pesar de que todos quienes le conocen la califican de una luchadora incansable, la probabilidad que existe de que la popular dirigenta vuelva a ocupar un puesto importante en el escenario político del país son pocas. Y, sin duda, su ausencia se hará notar.

Pasadas las 17.11 del pasado domingo los grandes titulares del sitio en la red del vespertino Aftonbladet se llegaban a salir de la pantalla. La noticia estremeció la escena política del país. La ex candidata a primera ministra del país, y dirigente de la socialdemocracia anunciaba su dimisión. ¿La causa? Varias. Entre ellas la dolorosa derrota sufrida por el partido en las recientes parlamentarias y, sin duda, una maraña de intrigas que seguramente pocas posibilidades hay que algún día se conozcan. No es ninguna novedad que la líder no contaba con el apoyo de todos los suyos y tal vez el mismo Aftonbladet con razón haya titulado la portada de la edición del domingo con dos palabras: EXTRA y: SVIKEN (traicionada).

Sin embargo, Mona Sahlin explicó, con su franqueza habitual, “sus” motivos: en primer lugar el poco apoyo de los trabajadores hacia su partido. “Solamente poco más del 20 por ciento de los trabajadores de nuestro país votaron por la socialdemocracia, el partido de los trabajadores. Sólo se puede sacar una conclusión de esto: Los socialdemócratas han perdido el compás, respecto a la época actual y respecto a sus electores” escribió Mona Sahlin en una declaración publicada en el sitio webb del partido socialdemócrata.

De esta forma, la líder solamente se mantendrá en su puesto hasta el congreso extra de la socialdemocracia, que se celebrará en marzo del próximo año. Respeto a lo que hará después de esta fecha, Sahlin no quiso dar ninguna información, sin embargo declaró que se retirará del parlamento. “Por supuesto que antiguos dirigentes jubilados no deben pasearse por los pasillos del parlamento, hemos visto ejemplos desastrosos de ello, a través de los años” dijo, pero agregó que continuará con su labor social. “Yo no abandonaré el trabajo en contra del racismo y la homofobia, entre otros. Mi trabajo político tomará otras expresiones”, declaró la dirigenta a la prensa.

No obstante, a pesar del interés mediático que ocasiono la dimisión de Sahlin, su decisión no asombró a nadie y muchos veían esta como una cuestión de tiempo, luego de la derrota de la coalición rojiverde en las elecciones pasadas. Ella misma apostó a una sola carta, al exigir la dimisión de toda la directiva de la socialdemocracia, comenzando con ella misma. Ninguno de los otros líderes manifestó su deseo de renunciar a sus cargos. La suerte estaba echada y alguien tenía que salir. Según medios de prensa, en la reunión del comité ejecutivo del partido, del día anterior a su renuncia, el sábado pasado, Sahlin ya no contaba con el apoyo del mismo, e iba a exigir su renuncia. Por lo tanto lo mejor era renunciar por cuenta propia.

Sin embargo, la idea de la renuncia de la directiva ya la había presentado anteriormente la presidenta de las juventudes de la socialdemocracia, Jytte Guteland. Y Mona Sahlin decidió apoyar esta exigencia. Guteland declaró el domingo pasado a la prensa, después de la conferencia de prensa: “Mona Sahlin ha sido una muy buena presidenta del partido, pero durante una época muy difícil para la socialdemocracia. Yo hubiera querido que hubiera sido ella quien dirigiera el proceso de renovación del partido, pero al mismo tiempo comprendo su decisión”.

Según algunos politólogos suecos, un error fundamental que cometió Mona Sahlin, y que la llevó a su renuncia de ahora, fue el formar una coalición. En octubre del 2008 se formó la coalición rojiverde, que, en sus comienzos no abarcaba al partido de izquierda, sólo al del medioambiente. Sin embargo, solamente unos días después el partido de izquierda fue también bienvenido a arrimarse al fogón rojiverde. Coalición que duró hasta poco después de las elecciones.

Respecto a esta, la dirigenta Maria Wettrestrand (Mp) declaró a la prensa: “A Mona Sahlin se le hace culpable del fracaso del partido. Ella tomó una decisión muy valiente y necesaria, de entablar una cooperación con otros partidos. Ahora se le acusa porque nosotros no logramos ganar el poder. Sahlin llevó la Socialdemocracia a salir de su sueño de un gobierno de un solo partido a la visión de que el partido necesita construir alianzas”.

Sin duda que debe haber sido doloroso, no sólo para Sahlin, sino también para cualquier dirigente que hubiera estado al frente de la socialdemocracia en las peores elecciones que el partido ha experimentado en 96 años. Y reconocer que la socialdemocracia ya no es “El Partido”, sino uno de tantos. Por lo tanto, la comisión investigadora que se formó, poco después de las elecciones tiene una ardua tarea por delante. El examinar las causas del por qué del derrumbe del legendario partido y de las medidas que se deberán tomar. Tarea sin duda, nada de fácil, muchos ven las próximas elecciones del 2014 como, desde ya, perdidas. Cuatro años son muy poco tiempo para rescatar un partido a la deriva.

Aun es demasiado prematuro para elucubrar acerca de si la ausencia de Mona Sahlin dentro de la cúpula de la socialdemocracia va a ser para mejor o peor. Pero no es difícil ver que si bien su decisión fue dolorosa para ella, fue también de alivio. Justamente el hecho de ser “ella” marca una diferencia. Como lo dijo Lars Ohly (V):

- Estoy sorprendido. Al mismo tiempo ningún político actual ha debido sufrir una campaña negativa más amplia en los medios. ..A mi se me hace muy difícil el imaginarme que Mona Sahlin habría sido expuesta al mismo tipo de campaña negativa y de presión de los medios – sin ayuda de su propio partido – si ella hubiera sido un hombre

Y basta sólo mirar las fotos de una sonriente Mona, junto a sus tres correligionarios, antes de las elecciones, y las fotos actuales, para comprender que no ha sido un camino fácil. Un camino que podría haber resultado en la primera vez que Suecia tiene una “Primera Ministra”, como jefe del país, pero que no alcanzó a hacerse realidad. Como tantos otros sueños.

Email: mujermarisol@gmail.com

 
 
 
Copyright 2010 © Mujer.se

All rights reserved.