27 de junio de 2014 | COLUMNA |

Chile v/s Brasil y nuestra historia

Por: René Barraza Pizarro

Las estadísticas siempre han sido un cúmulo de registros históricos y en ningún caso el presagio lapidario de un evento futuro. Por eso nuestro país en materia de encuentros futbolísticos con Brasil siempre caminará sintiéndose con la chance de ganar, y hoy más que nunca.

Lo mismo sucedió con las fulminantes estadísticas del cuadro español frente a Chile. No valió de nada, perdieron 2 por 0 y sentenciaron su regreso a casa.

Lo que prima, siempre, es el cambio de actitud.

La fortaleza mental y anímica que entrega el triunfo es innegable. Por ello los jugadores de Brasil celebraron su clasificación a 8: vos de final, con una gran fiesta musical en el avión que los transportaba de Brasilia a Rio de Janeiro.

Eso es lo que dan las estadísticas, confianza, seguridad, fuerza y mucho ánimo. Brasil, por su historia de triunfos futbolísticos y por ser los pentacampeones de los mundiales de futbol, merecen sentirse así de cómodos.

No obstante, cuidado. Chile, ha evolucionado mucho.

Me crié observando a mi viejo, a los viejos vecinos y amigos, lamentándose de los vergonzosos resultados, a nivel de selección de nuestro país. Me pasé la vida sabiendo que cada vez que disputábamos algo con otros países, sólo quedaban las ganas, el deseo. Éramos los reyes del casi – casi; del jugamos como nunca y perdimos como siempre. Un problema de autoestima.

En materia deportiva, si alguna vez lográbamos clasificar para un mundial, era una alegría enorme. Pero ¿cuál, era en ese entonces, la estrategia? Jugar al empate. Colgarse del arco propio para que no nos pasaran tantos goles. Y la opinión de los medios de comunicación y prensa, era: “es que nos enfrentábamos a un monstruo del balónpié” y toda la alabanza descomunal al rival. Una vez más, baja autoestima.

Las estadísticas son cifras que pueden mutar si se direcciona o se realizan las estrategias apropiadas y Chile en materia futbolística ha progresado.

Los jugadores ya no van a pasear, van a hacer lo que saben, jugar y obtener resultados. Es un camino largo el que tendremos que recorrer para conseguir nuestros primeros pergaminos. Pero, esta selección, cuidado. No la mires por sobre el hombro, se puede parar. Tampoco le tiren estadísticas, las pueden modificar.

Chile con ésta selección que enfrenta, mañana, a Brasil no tiene probabilidades, tiene argumentos. No es una selección débil, no tiene problemas de malos jugadores, son profesionales con objetivos, que están sabiendo hacer su trabajo. No, porque nunca tuvimos triunfos mundialistas, Marcelo Ríos no podía ser el Nª1 del mundo. El camino está abierto y aún con una baja importante en el equipo, como lo es la de Gary Medel, los jugadores restantes tendrán que ampollar sus pies y resistir lo necesario para lograr el triunfo, porque no hay llanto si no hay sacrificio.

Vale sólo rememorar el valioso triunfo de Fernando González y Nicolás Massú en la medalla olímpica obtenida en dobles, en Atenas. Valía más el temple, era un partido infartante ante los duros, disciplinados y bien preparados físicamente alemanes. Pero, se necesitaba control mental y temperamento para el objetivo. Todo era adverso, González había terminado de ganar medalla de bronce en single hacía apenas unas horas, pero lo lograron.

Y hoy, esta selección ha demostrado eso. Un cambio de mentalidad, que se ve reflejado en ellos y en este pueblo que les apoya. Por eso, hay miles de gargantas hinchadas en los estadios y miles de corazones rojos cantando nuestro himno, ciegos y férreos, convencidos en que no hay estadísticas ni historia que no se cambie, menos sabiendo la sangre apretada que llevamos con orgullo en nuestras venas. La contienda puede ser desigual, pero iremos por historia al abordaje, pues no ha habido, ni habrá gente más soberbia, gallarda y belicosa…Esa es y no otra, esa es nuestra verdadera historia, de ahí venimos, ¡viva Chile!

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