14 de marzo de 2013 | MUNDO - ITALIA |
Francisco - el primer Papa latinoamericano
"Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí", expresó el Papa Francisco (*), al dirigirse a las miles de personas que se habían congregado en la Plaza de San Pedro para esperar la votación de los 115 cardenales en la capilla Sixtina.
En la quinta ronda de votaciones, entre martes y miércoles, la tarde del miércoles salió, por fin, humo blanco de la chimenea de la capilla Sixtina. Aunque al principio la fumata había sido también negra. Y aunque los feligreses tuvieron que esperar una hora más, antes de que se supiera quien había sido el elegido por el conclave.
El argentino Jorge Bergoglio, de 76 años, es el Papa número 266° de la Iglesia Católica, el primer Papa proveniente de América Latina, y además el primer jesuita.
Por: Marisol Aliaga
En un gesto de modernidad, y tras la elección del nuevo pontífice, la cuenta oficial de Twitter publicó: "Habemus Papam Frasciscum". Aunque se desconoce si el Papa Francisco seguirá usando este medio.
Lo que sí se sabe es que en Argentina tiene sus admiradores y sus detractores. Frascesca Ambrogetti, una de sus biógrafas, lo describe como “una personalidad absolutamente moderada”.
Y agrega: “Coincide con la necesidad de una Iglesia misionera. Que salga al encuentro de la gente, activa y no pasiva”.
La austeridad es algo que caracteriza al nuevo Papa. A sus 76 años, el ex cardenal viaja en el metro y cuando viaja a Roma lo hace en clase de turista. Fuera de eso, se aloja en un pequeño departamento, luego de rechazar la residencia oficial del arzobispado.
En Argentina es conocido por ayudar a los pobres y por criticar tanto a los políticos como a la ciudadanía, haciéndoles recordar la pobreza y la desigualdad social.
No obstante, a él también se le critica.
Se inició en el sacerdocio a la edad de 32 años, luego de un largo periodo de enfermedad de tipo respiratorio y lideró la congregación jesuita local entre los años 1973 a 1979.
Época esta muy difícil para Argentina, que estuvo sometida a la dictadura militar entre 1976 y 1982.
Las críticas en contra de Bergoglio se deben, entre otras, al caso de dos jesuitas detenidos por la dictadura.
El Clarín de Argentina escribe:
“El cuestionamiento remite al secuestro de dos jesuitas detenidos clandestinamente por el gobierno de facto por hacer tareas sociales en barriadas de extrema pobreza. Según la acusación, Bergoglio les retiró la protección de su orden religiosa. Ambos párrocos sobrevivieron a un encierro de cinco meses.
El señalamiento consta en el libro El silencio del periodista Horacio Verbitsky, también presidente de la entidad privada defensora de los derechos humanos CELS. Se apoya en manifestaciones de Orlando Yorio, uno de los jesuitas secuestrados, antes de fallecer por causas naturales en 2000.
“La historia lo condena: lo muestra como alguien opuesto a todas las experiencias innovadoras de la Iglesia y sobre todo, en la época de la dictadura, lo muestra muy cercano al poder militar”, señaló tiempo atrás el sociólogo Fortunato Mallimacci, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Los detractores de esa postura sostienen que no está probada y que, por el contrario, Bergoglio ayudó a muchos a escapar de las fuerzas armadas durante los años de plomo”.
Sea como sea, el Papa Francisco no es conocido por ser un sacerdote de vanguardia. Se sabe que es contrario a que las mujeres sean sacerdotes, contrario al aborto y contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo.
En el año 2010 tuvo un encontrón con la presidenta Cristina Fernández, cuando el gobierno argentino impulsó una ley en pro del matrimonio entre homosexuales.
“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política, es la pretensión destructiva al plan de Dios”, escribió, en esa oportunidad, el anterior arzobispo de Buenos Aires.
La Iglesia Católica se enfrenta en estos momentos a retos enormes, y una gran parte de sus feligreses exigen reformas en la curia. Los numerosos escándalos por los casos de sacerdotes pedófilos han estremecido y debilitado la iglesia y tanto América Latina como África exigen cambios sustanciales. La iglesia tiene ante sí desafíos como el eliminar la corrupción, los abusos sexuales y la opresión a la mujer. Dentro de su propia institución.
La pregunta es si el nuevo Papa Francisco va a ser capaz de llevar a cabo las transformaciones necesarias.
Sea como sea, los 1.200 millones de católicos de todo el planeta celebraron que la iglesia nuevamente tiene un Padre terrenal. Cuando el cardenal francés Jean-Louis Tauran, poco después de las 20.00 horas de la tarde de este miércoles, desde el balcón de la Iglesia de San Pedro anunciara a los miles de feligreses reunidos en la plaza, en Roma:
¡Habemus Papam!
(*): En un principio se había dicho que el nombre del nuevo Papa sería Francisco I, pero más tarde el Vaticano aclaró que se le quitaría el número romano, quedando solo Francisco, a secas.
Más datos:
La presidenta argentina, Cristina Fernández, señaló respecto al nuevo Papa: "Esperemos que realmente sea una labor significante para nuestra región, para que también lleve el mensaje a las grandes potencias del mundo"
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