12 de marzo de 2012 | COLUMNA |
A ver, ¿Cómo es la cosa? ¿La paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio?
Por: Lolosauria
Leo la prensa sueca, miro los noticieros en la tele, vuelvo a leer la declaración de política exterior sueca, voy al sitio Web del gobierno y leo declaraciones. Y solo veo doble moral, doble moral, doble moral.
Por ejemplo, se ataca a un pequeño país del tercer mundo por violación a la libertad de prensa.
Pero a los grandes no se les toca, it's bad for business.
Los negocios de la empresa sueca Lundin Oil en Sudán están bajo investigación por su probable participación en las atroces violaciones de todos los derechos humanos, no solo de libertad de expresión. Esta es la misma empresa cuyo concepto de negocios es la prospección petrolera en países devastados por guerras y dictaduras. La misma empresa de cuya junta el actual Ministro de Relaciones Exteriores sueco Carl Bildt, era miembro.
Cuando es good for business (bueno para los negocios), se hace la vista gorda y evidentemente la definición de dictadura es tan maleable como la plastilina, se acomoda a los intereses del capital.
Para que hablar del último doblez, los negocios de armas entre Suecia y Arabia Saudita.
Nuevamente se adecúa al propósito la definición de dictadura. Que en Arabia Saudita impere la ley sharia, que brutalmente castiga los delitos de robo cortándoles las manos a los ladrones y decapitando a las mujeres que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio - entre muchas otras barbaridades - que la palabra favorita democracia no exista en su vocabulario, al parecer no tiene importancia cuando se trata de ganar dinero.
La ley sueca que regula la exportación de armas es muy clara, no se debe exportar armas a países que violen los derechos humanos. ¿Aló? ¿Hay alguna dispensa especial que exima a Arabia Saudita de respetar los derechos humanos?
Ahora todo el mundo se echa la culpa unos a otros.
Nadie quiere reconocer que tenía conocimiento del asunto. Pero resulta que todos los partidos representados en el parlamento sí lo sabían, sí conocían de un acuerdo de colaboración militar con Arabia Saudita. Nada los excusa del hecho que firmaron un acuerdo de colaboración militar con un Estado que es una dictadura, que es un poder militar en una región conflictiva, fábrica o no fábrica de misiles.
Es muy fácil criticar a otros y ver las fallas en los demás, pero mientras Suecia tenga tejado de vidrio, no debería tirar piedras al techo, hasta que solucione sus propios problemas de doble moral.
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