07 de febrero de 2012 | SUECIA |

A ver, ¿Cómo es la cosa? ¿Aprenderemos alguna vez de nuestros errores?

Por: Lolosauria

Este fin de semana seguí una discusión en Facebook sobre la conferencia de prensa que daría Camila Vallejo en Estocolmo y la exclusión de algunos medios de prensa alternativa a ella. Qué raro, yo pensaba que las conferencias de prensa estaban abiertas a toda la prensa y que su fin era comunicar lo deseado a la opinión pública. Bueno, parece que me equivoqué.

En la discusión en Facebook, muy folclórica por lo demás, se dejaron caer insinuaciones insidiosas para despertar sospechas sobre la persona de nuestra editora, ataques personales a quienes la defendían, etc. Obviamente usando la táctica que la mejor defensa es el ataque. Al Sr. que escribía bajo el seudónimo GalloColorao, no le cayó nunca la teja que estaba defendiendo lo indefendible: sectarismo, discriminación, cuoteo, en fin, la misma cantinela de siempre en ciertos sectores de la izquierda chilena.

Me dejó un mal sabor y me da vergüenza ajena. Aquí teníamos a una muchacha, Camila Vallejo, que logró lo imposible: unir a los chilenos independientemente del color político, en una causa común: la lucha de los estudiantes. Que infundió nuevas fuerzas de lucha en todos nosotros los viejos exiliados y nos hizo salir a las calles, y que venía a Suecia, a traer el mensaje de lucha. ¿Y qué pasó? ¿La entrevistó la SVT, DN, SvD, Aftonbladet, Expresen? He buscado en la prensa y no he encontrado ni pío.

¿Pudo hablarles a los estudiantes suecos en Estocolmo?

Confiaron muy poco en la capacidad de Camila y la protegieron de todo y todos. Se les olvidó que Camila se comió con patas a viejos fósiles de la televisión chilena, y que le sobra capacidad para pararse en cualquier trinchera, incluso la enemiga, y entregar y defender su mensaje. Es verdaderamente una lástima si no le dieron esa oportunidad. Ojalá que tenga más suerte en Malmö.

¿Nunca vamos a aprender que tenemos que unirnos ante el enemigo común? Seguro que este está muerto de la risa, feliz y contento observando nuestras rencillas, le facilitamos tanto su trabajo.

¿Nunca vamos a aprender que hay una causa común que nos une? Dejémonos de estupideces, integrémonos al siglo veintiuno, utilicemos las nuevas armas a nuestra disposición, no sigamos con la misma verborrea antediluviana. La unión hace la fuerza ¿no?