Portada Suecia América Latina Mundo Multimedia
 
 
Juan Mella a los cinco años. Foto: Privada.
 

01 diciembre 2010 - COLUMNA


El crecer sin un padre

Por Juan Mella

Los que crecen sin un padre se convierten en criminales. Terminarán pegándole a la gente de la tercera edad, robando el supermercado local o serán atrapados en una redada policial en un departamento de cualquier barrio. Creo que estos son los llamados falsos prejuicios.

Parece que la gente piensa que el convertirse en un “niño problemático” es porque uno no tuvo padre. Pero déjeme decirles una cosa, que es un error. En primer lugar he crecido sin mi padre pero lo he extrañado realmente mucho y soy un joven con metas con los pies bien puestos en la tierra.

Okej, algunas veces he pensado en él, pero es un pensamiento que sólo se siente aproximadamente 2 microsegundos, y de repente se ha ido. Y así ha sido siempre. Cuando pienso en él, no se trata de lo mucho o lo poco que lo echo de menos, pero se trata de como hubiera sido mi vida, creciendo con él. ¿Cómo me hubiera educado? ¿Hubiera sido un niño malo en las noches? ¿Estaría en la cárcel? ¿O sería un abogado ya titulado? Hay muchas preguntas y las respuestas son pocas.

Me las he arreglado muy bien sin él, por lo que recuerdo. Nunca he tenido ninguna necesidad de tenerlo cerca, así que ¿por qué me detengo tanto a pensar ahora en eso? Mi vida ya no cambiará y estoy bien ahora. ¿Por qué estoy bien? Por mi madre, quien tuvo que hacer de papá y mamá. La parte mas difícil de tener una madre que juega ambos roles es que uno no puede recibir dos opiniones diferentes acerca de un mismo tema. Un ejemplo clásico:

- Mamá, ¿puedo ir a la fiesta esta noche?

- NO!

¿Suena familiar? Así lo creía. Pero si hubiera tenido un padre también le hubiera preguntado a él y capaz que él hubiera dicho que SI y el problema se arregla. Bueno las consecuencias de esto llegan después. Pero, como ya he dicho, me considero no ser más diferente a cualquier otra persona que ha crecido con ambos padres. Un poco de adversidad, por supuesto, he encontrado, como el dinero. Sabía usted que los ingresos de las madres solas después de impuestos y beneficios es de un 15 % menos que los de una pareja que vive juntos. ¿Y que durante estos últimos 10 años la gente que tiene problemas económicos para conseguir arriendo y comida ha aumentado de 36 % a 64 %? Cifras que dan miedo.

Bueno, por lo que yo recuerdo, siempre estuvimos muchas veces cortos de dinero, cuando era niño, pero eso no era nada de raro, si la única persona que trabajaba era mi madre. Con el tiempo crecí y empecé a ganar mi plata, y la vida ya no fue tan dura en lo económico, pero el dinero no lo es todo.

Las buena noticias que les tengo es que mi madre siempre estuvo ahí para mi. Me enseñó a cocinar, a lavar platos, a lavar ropa y hacer las cosas de la casa. Eso lo llevaré conmigo toda la vida.

Ahora me toca mí ser padre, pero por suerte tengo a mi esposa, que será la madre. ¿Cómo seré como padre si yo nunca tuve uno? ¿Cómo se comporta un padre? ¿Qué es malo? ¿Qué es bueno? Muchas preguntas con pocas respuestas pero la vida me enseñará a vivir como un buen padre. Eso es espero.

 

Columnas anteriores:

22 de noviembre de 2010: Voy a ser papá

01 de diciembre de 2010: ¿Por qué muerden los perros algunas veces a los niños?

 

 
 
 
Copyright 2010 © Mujer.se

All rights reserved.