26 de noviembre de 2014 | COLUMNA |
Cuba y el ébola: "Hacer es la mejor manera de decir"
Por: Jorge Romero (*)
En un arranque inédito de decencia con claros signos de mea culpa, que no alcanzan para que la historia lo absuelva, el periódico norteamericano The New York Times editorializó, a mediados de octubre, su percepción de la "enorme contribución de Cuba" a la lucha contra el ébola.
El editorialista asume que Cuba "debido a su compromiso de desplazar a cientos de médicos y enfermeros al eje de la pandemia, podría terminar jugando el papel más destacado entre las naciones que están trabajando para refrenar la propagación del virus".
El artículo de fondo del periódico neoyorkino reconoce que "es lamentable que Washington, el principal contribuyente financiero a la lucha contra el ébola, no tenga vínculos diplomáticos con La Habana, dado que Cuba podría terminar desempeñando la labor más vital. En este caso, la enemistad tiene repercusiones de vida o muerte, ya que las dos capitales no tienen mecanismos para coordinar sus esfuerzos a alto nivel".
Entre los profesionales cubanos de blanco que se encuentran en África, no se encuentra por
cierto ninguna de -las damas de blanco-, que no están para causas humanitarias, sino para reclamar un regreso al pasado de isla corrupta, de explotación y miseria, de ignorancia y prostíbulo yanqui.
El influyente periódico comentó que el Secretario de Estado, John F. Kerry, "elogió el coraje de
todo profesional médico que está asumiendo este desafío", hizo una alusión breve a la contribución de Cuba e informó que el ejército estadounidense ha desplazado aproximadamente 550 soldados para respaldar a las autoridades médicas en los países afectados. Sin embargo, las autoridades norteamericanas, insensiblemente, se han rehusado a indicar si estarían dispuestos a
brindar algún tipo de apoyo en caso de que alguno enfermase.
Lo más inédito viene al final, cuando The New York Times escribe: "En una columna publicada
este fin de semana en el diario del Gobierno cubano Granma, Fidel Castro argumenta que Estados Unidos y Cuba deben poner a un lado sus diferencias, así sea temporalmente, para combatir una amenaza global. Tiene toda la razón".
Por estos días, cuando la Escuela Latinoamericana de Medicina -ELAM-, ubicada al noreste de
La Habana, cumple 15 años formando médicos de gran parte del mundo; que hasta la fecha ha
formado a más de 24 mil jóvenes de 74 países y que tiene un matrícula actual de 1.349 estudiantes, pertenecientes a 122 países de América Latina y El Caribe, de Estados Unidos, África, Asia y Oceanía; cobra más vigencia que nunca lo que decía Martí: "HACER ES LA MEJOR MANERA DE DECIR".
Hace ya mucho tiempo Fidel dijo que "los pueblos del mundo ingobernable, que sufren la pobreza y la miseria, al que explotan y saquean cada vez más, serán nuestros mejores compañeros de lucha. Para cooperar con ellos no disponemos de recursos financieros. Contamos en cambio con un extraordinario y abnegado capital humano, del que no disponen ni dispondrán jamás los países ricos".
El apóstol tenía toda la razón. Fidel también la tiene. Ahora y siempre.
Jorge Romero
Desde Nesodden, en Noruega.
Noviembre 2014
(*) Jorge Romero es periodista de Radio Latin-Amerika, de Oslo, de origen chileno, y reside en la actualidad en la isla de Nesodden, en Noruega.
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