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Cinta Amarilla
Foto: Cubadebate.cu.
 

30 de septiembre de 2013 | COLUMNA |

Ata una cinta amarilla al viejo roble

Por: Jorge Romero (*)

En el patio de la casa que habito en la isla de Nesodden, hay grandes y frondosos árboles que en las mañanas de sol alargan la sombra de sus siluetas hasta la orilla misma del mar cercano y al atardecer me procuran un frescor agradable y plañidero mientras leo hasta que los zancudos me obligan a retirarme al interior del aposento.

Hay también tres árboles frutales, desde los que con reverencia y respeto, como disculpándome por ello, arranco cerezas, ciruelas y manzanas, que aparte de otorgarle un placer inigualable al sentido del sabor y a la relación directa que se establece con los frutos de la tierra y con la madre natura, me traen dulces recuerdos de la niñez campesina allá en el sur de Chile.

Los quiero a los tres, pero mi regalón es el manzano y su fruto, relacionado con el ser humano desde la mismísima Eva y más recientemente con la chicha de manzana destilada allá en Gorbea, en la fábrica a la acudíamos cada año con el tío Ramón que guiaba la carreta con el preciado fruto de los huertos del abuelo Nicanor, en un pasado que parece tan remoto y que sin embargo está conmigo cuando mordisqueo una manzana del arbol aquí en Nesodden.

Hoy, 12 de septiembre,  cuando se cumplen 15 años de que fueran encarcelados en Estados Unidos 5 patriotas cubanos, he pedido al manzano que sea y que se sienta roble para atar en él una cinta amarilla, junto a una pequeña bandera cubana aferrada a su tronco. De esta forma me uno al gesto solemne con que todo el pueblo de Cuba amarró hoy miles y miles de cintas amarillas por toda la isla, en los árboles, en los postes del alumbrado, en el parabrisas del auto, en el manubrio de la bicicleta, en el cuello o en el pelo de valerosas mujeres o en el antebrazo de patriotas rebeldes, que piden justicia para los 5 héroes antiterroristas encarcelados vergonzosa, ignominiosa, injusta y alevosamente en las cárceles del imperio. Cintas amarillas que marcan silenciosa pero incontenible la exigencia de que se haga justicia, la necesidad de tenerlos en casa, envueltos por el amor de sus familias y por la consecuencia de su revolución.

La iniciativa de René González, el único de “los 5” que ya está de regreso en el vientre de su amada patria, remonta a una historia, hecha canción, que puede resumirse así:

Después de varios años en prisión y el día antes de ser liberado, un hombre le escribe a su novia, pidiéndole que si aún lo ama y lo espera, ate una cinta amarilla en el viejo roble junto a la estación de trenes. Si la cinta no está, el hombre seguirá su viaje para iniciar lejos de la que ama una nueva vida.

Cuando el tren se detiene en la estación, el hombre, temeroso, impaciente, con el corazón saltándole fuerte en el pecho, no se atreve a mirar y le pide al pasajero vecino que lo haga por él y le informe. El pasajero anónimo se asoma, mira hacia el viejo roble y apretando fuerte el antebrazo del ex prisionero le dice:  - No, no hay una cinta amarilla atada al arbol ... ¡HAY CIEN CINTAS AMARILLAS ATADAS AL VIEJO ROBLE!

“A partir de ese momento, le dice René a su pueblo, esa cinta se ha convertido en un símbolo para el pueblo norteamericano que espera a alguien en una misión en el exterior, quu espera a un soldado, que espera a un ser querido, y ese es el mensaje que queremos que ustedes le hagan llegar al pueblo norteamericano: que sepan que el pueblo cubano está esperando a cuatro de sus hijos. Que no es solamente la familia, que no es sólo quien los conoce personalmente, sino que hay un país, hay un pueblo que está esperando a cuatro de sus hijos injustamente encarcelados en Estados Unidos”.

La canción “Tie a Yellow Ribbon Round the Ole Oak Tree”, escrita por Irwin Levine y L. Russell Brown, la hizo famosa Tony Orlando al lanzarla como single en abril de 1973 y se extendió por el planeta como las guerras de Obama, sólo que  con un sentido de amor, esperanza y solidaridad, muy opuesto al odio que conllevan hoy día las acciones bélicas del imperio.

Mi manzano, volverá a ser manzano mañana, pero hoy, juntos, hemos rendido tributo a esa esperanza, solidaridad y amor con que el pueblo de Cuba espera a sus hijos.

 

Jorge Romero

Desde Nesodden, Noruega

Septiembre 12 de 2013.

 


Vídeo: Tie a yellow ribbon round the old oak tree


(*) Jorge Romero es periodista de Radio Latin-Amerika, de Oslo, de origen chileno, y reside en la actualidad en la isla de Nesodden, en Noruega.

 

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