30 de abril de 2012 | ENTREVISTA |
Margot Wallström vuelve a Suecia
Margot Wallström vuelve a casa luego de haber ocupado un alto cargo en las Naciones Unidas en Nueva York y, anteriormente haberse desempeñado de comisionada ante el Parlamento Europeo, en Bruselas.
La eterna favorita al puesto de líder de la Socialdemocracia ha rechazado, no obstante, todas las ofertas a importantes cargos dentro del partido, para dedicarse, durante dos años, a despertar la consciencia mundial acerca de crímenes de guerra que no han sido calificados como tales. En febrero de 2010, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la nombró su Representante Especial sobre la Violencia sexual en guerras y en conflictos.
Wallström ha exigido el cese de la impunidad y ha conseguido que se hable del "silencio más grande de la historia". Sin embargo, no ha sido una misión fácil.
- Nos encontramos a menudo con el sufrimiento humano en su peor forma, y me afecta a mí como persona más de lo que creí en un principio, dice en una entrevista con el matutino Dagens Nyheter, este domingo.
Aun no tiene planeado nada seguro para el futuro, pero sí está firmemente convencida de combinar mejor su trabajo con la vida en familia. "Mi trabajo ha desgastado demasiado la familia. Ahora quiero estar libre y reflexionar sobre lo que quiero hacer", dice a DN.
Por: Marisol Aliaga
Margot Walström se define a sí misma, en la entrevista del domingo con el matutino DN como una persona "idealista que odia las intrigas y las luchas por el poder".
- No y no y nuevamente no, ha contestado amable pero decididamente cada vez que los medios le han preguntado si estaría dispuesta a ocupar el puesto de líder del partido de la Socialdemocracia.
Porque cada vez que el partido de las rosas ha atravesado crisis de liderazgo, las miradas se han vuelto hacia ella. Pero Margot es extremadamente difícil de convencer. Desde la ruptura con el en ese entonces presidente del partido y Primer Ministro, Göran Persson, en 1998, se retiró de las altas cúpulas de la Socialdemocracia. El conflicto entre ella y Persson se había vuelto evidente y en la prensa eran llamados a veces como "La bella y la bestia".
- No soporté el estilo de liderazgo de Göran Persson y sus ideas de como tiene que funcionar un buen jefe. Él era táctico y estratega. Y yo era la idealista. La disputa que se dio hizo desaparecer mucho de mi interés y mi pasión por la política. Yo experimenté esto como rencillas entre granujas y no quiero volver a eso. Estoy harta de ello. Al final me sentía tan triste como humillada, dice Walström en la entrevista.
Así fue que en 1998 abandonó las altas cúpulas de la Socialdemocracia y partió a Sri Lanka, como jefa del proyecto de televisión "Worldview Global Media". Sin embargo, la estadía no duró mucho, al año siguiente, el partido le ofreció el cargo de comisionada ante el Parlamento Europeo en asuntos del Medio Ambiente. Un cargo que, según ella, le fue concedido gracias a los esfuerzos de la en ese entonces Ministra de Relaciones Exteriores, Anna Lindh, una de sus amigas más cercanas.
Después de los primeros cinco años en Bruselas – y tal vez ante las inminentes elecciones del 2006 (en las cuales la Socialdemocracia sufrió una amarga derrota), Göran Persson quería que volviera a casa, ofreciéndole el cargo de ministra en la cartera que ella misma deseara.
Pero Margot nuevamente contestó: "No, gracias".
En el libro "Aldrig ensam Alltid ensam" (Nunca solo, siempre solo), escribe Erik Fichtelius lo que el ex primer ministro Persson le había confesado entonces, respecto a Walström: "Una heroína de reputación impecable, recién llegada de Europa se habría enfrentado a los embates de la alianza burguesa. Es posible que las elecciones hubieran terminado de otra forma", había dicho Persson, sin especificar si era una halago o una crítica a Walström.
Y en Bruselas se quedó hasta el 2010, cuando el mismísimo Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, le pidió que fuera su Representante Especial sobre la Violencia sexual en guerras y en conflictos. Su misión: vigilar la vulnerabilidad de las mujeres en las guerras y los conflictos.
- Violaciones sistemáticas han sido, durante todas las grandes guerra en la historia, una forma efectiva, barata y silenciosa de que los habitantes abandonen zonas enteras. Lo más importante que hemos llevado a cabo, durante mis dos años en la UN, ha sido el luchar en contra de la impunidad respecto a la violencia sexual en guerras y conflictos. También hemos señalado quienes sin y donde se encuentran los autores de los delitos en "listas de la vergüenza" (naming and shaming = nombrar para avergonzar), que hemos publicado, explica Margot Walström en DN.
No obstante, no ha sido un trabajo fácil, por el contrario, desgastador.
- Vemos a menudo con el sufrimiento humano en su peor forma, y me afecta a mí como persona más de lo que creí en un principio. En algunas ocasiones tengo horribles pesadillas sobre lo que he experimentado en mis viajes, dice.
Viajes que a menudo se han realizado en pequeñas avionetas o helicópteros o sobre caminos no solo deplorables, sino también peligrosos. Muchos de estos viajes han sido en África, donde los poderosos la reciben con desconfianza, tratando de imposibilitar su trabajo, y las víctimas con toda la esperanza de quienes nunca han tenido en quien confiar.
En el documental de Marika Griehsel, "La Resolución de Margot" (ver reportaje en ML), se puede apreciar a Margot en uno de los momentos donde los sentimientos la embargan.
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| Escena del documental "La Resolución de Margot". |
- Obviamente que yo no estoy allí para llorar, pero no es tan fácil mantener las lágrimas a raya. Cuando estuve en el Congo Oriental, unas mujeres mayores contaron que habían sido humilladas y violadas por soldados que podrían ser sus nietos. Entonces no pude contener el llanto. Solo una piedra puede mantenerse impasible ante algo así.
A pesar de que en la mayoría de los países existen leyes que castigan este tipo de crímenes, las leyes no son obedecidas, dice Walström.
"El mundo académico ya no me asusta ni me provoca"
Pero ya pronto este sórdido mundo de violaciones a los derechos humanos – porque gracias a su labor en las UN este tipo de violaciones se han reconocido como lo que son: violaciones a los DDHH – quedarán muy lejos. En Suecia le espera el cargo de presidenta de la Dirección de la Universidad de Lund. "No es un trabajo, es una misión", aclara en DN.
Una misión interesante, si se toma en cuenta que Margot Wallström no posee un título académico, algo que tanto ella como sus padres deseaban que alcanzara, cuando era adolescente. Sin embargo, dejó su plaza en la universidad para dedicarse por completo a la política.
- No me convertí nunca en una académica, pero no lo veo como algo de lo cual tenga que avergonzarme. En Internet se encuentran comentarios idiotas de gente que pone en duda que yo pueda ser presidenta de la dirección de la universidad de Lund, con mis modestos créditos académicos, dice.
Sin embargo, confiesa que cuando joven se acomplejaba, por no tener un titulo universitario. Algo que ya no le sucede.
- El mundo académico ya no me asusta ni me provoca. Al contrario, voy a tratar de acompañar a algunos estudiantes durante el otoño, una especie de práctica, para poder entender como funciona esto, dice.
Pero antes del otoño viene el verano, y la misión en Nueva York aun no está terminada. Margot Walström aun sigue alojándose en el pequeño departamento de 33 metros cuadrados en el piso número 39 de un edificio en Central Park, desde donde a menudo pasea hasta su oficina en las UN. Debido al fuerte tráfico neoyorquino, que nunca cesa, se ve obligada a dormir con tapones para los oídos.
En Suecia la espera el silencio, la tranquilidad y su familia: su esposo, Håkan, y sus dos hijos: Viktor y Erik. Su esposo ha sido su gran apoyo, durante todos estos años de trabajo en el extranjero,y lo recalca a menudo durante la entrevista.
- En el otoño mi hijo menor va a comenzar a estudiar, entonces Håkan se quedaría solo en Hammarö, si yo hubiera decidido quedarme en USA. Aquí en UN querían que me quedara un nuevo periodo. Pero no. Entonces habríamos estado cada uno solo por su lado. No habría funcionado. A mi no me gusta la soledad, este trabajo que yo tengo en las UN hace que uno se convierta en una persona solitaria y triste, cosa que en realidad yo no soy. Pero ya termina pronto. Este verano por primera vez en muchos años voy a tomarme unas vacaciones y me iré de excursión a las montañas con unas amigas.
Después de tres décadas de trabajo intensivo, ahora quiere pensar en si misma y en su familia.
- Va a ser muy agradable el retornar a Suecia nuevamente. Mi trabajo ha desgastado demasiado la familia. Ahora quiero estar libre y reflexionar sobre lo que en realidad quiero hacer. Por supuesto, ya lo he dicho antes, pero ahora es en serio, dice Margot Wallström.
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