ANTUCO

¡Sí, mi capitán!
sonrisa adentro el niño hurgaba
esa calcinante mirada.

ANTUCO, lleva anotado en el talón de su calzado
miles de millas-hombres, carga al pecho
pasa tras paso.

¡ORDENE A SU TROPA!
se viene la marcha.

La montaña prominente, aguarda un gran misterio;
carga luminosa...
se apronta en forma leve
la caminata de la muerte.

Botas altas y negras, cruzadas sobre la mesa
un rufián de distinguidas estrellas
corcovea su maleza,
y en su negro pensamiento...
la marcha comienza.

Cuarenta y cinco son los que quedaron
durmiendo entre las cuentas de rosarios.

Mi hijo, mi nieto, mi sobrino, mi esposo.
El novio, el tío, el vecino...todos...
pequeños montoncitos,
y el silencio de esa tarde,
acalló el quejido.
¿Cuánto vale el precio de una orden?
¿Cuánto, el suspiro de esos niños?

¿ES ACASO LA MUERTE ÚNICA PAGA
PARA SELLAR UN MADERO ENTRE METRALLAS?

¡ANTUCO!

Cuando tus ejercicios terminen,
sin ropa de campaña, y sin miradas...
y sobre una mesa, botellas vacías
llenas de babas...
¿dormirán allí otros sueños
anclados en mártires pequeños?

¿CUANTO MÁS NECESITA UN PAÍS
PARA RESPETAR SUS DERECHOS?...

¿ES NECESARIO UN MEMORIAL
O CAMBIAR DE NOMBRE UN REGIMIENTO?

¿NO SERÁ SU ESCUELA UN HONROSO EMBLEMA
DE TANTOS MUCHACHOS QUE PARTIERON
Y SIGUIERON LA ORDEN SIN REGRESO?

¿CUANTO MADERO SE NECESITA,
PARA ESCONDER, MIL ESTRELLAS?

Elina Torreciudad
 Poeta
San Fernando - Chile

Este 17 de mayo se cumplen ocho años de la tragedia de Antuco.