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Strindberg
 
 

14 de mayo de 2012 | CULTURA - LITERATURA |

Las controversias del homenajeado August Strindberg

Los aniversarios o conmemoraciones de los grandes personajes de un país desatan habitualmente una inusitada idolatría por la persona en cuestión. Sin embargo, a las sombras de estos homenajes aparecen los aguasfiestas, es decir, las voces críticas que recuerdan los detalles que tienden a recalcar las imperfecciones del homenajeado. August Strindberg, escritor y dramaturgo sueco fallecido hace 100 años, pareciera no poder escaparse a esta regla. Si bien ha sido reafirmado como uno de los íconos del movimiento obrero sueco, durante el denominado "Año de Strindberg", han proliferado las informaciones que lo acusan de misógino y antisemita.

Por: Rodrigo Durán Alfaro

Más de 50 mil personas habrían asistido al funeral de August Strindberg, quien falleció a sus 63 años de edad un 12 de mayo de 1912 en la capital sueca. A los cien años de la ida de este novelista, cuentista, poeta, dramaturgo y pintor sueco, también interesado en la fotografía y la alquimia, han habido diversos homenajes a nivel nacional e internacional, pues Strindberg es uno de esos grandes que han alcanzado fama mundial, principalmente por sus piezas teatrales que hasta hoy son montadas en diversos países.

Strindberg fue un personaje controversial. En el aspecto estético, cambió el lenguaje declamatorio y de retórica romántica de moda por un lenguaje directo y más cotidiano, lo cual le provocó no pocas críticas, aunque se le reconoció posteriormente su aporte a la literatura con su apertura a nuevas formas de describir la sociedad. En la actualidad, es considerado uno de los máximos representantes de la corriente modernista en Suecia.

En el ámbito religioso, profesó convicciones cristianas pero tras lecturas de temas existencialistas, principalmente los escritos por el filósofo danés Sören Kierkegaard, lo llevaron a autodeclararse como ateo durante un periodo de su vida. Sin embargo, durante sus últimos años, se interesó por temas místicos que incluso le acercaron al catolicismo. Para afirmar esta reconversión, se cuenta anecdóticamente que momentos antes de su muerte habría expresado querer tener una biblia sobre su velador.

Ideológicamente partió con ideas liberales, pasando por el anarquismo y terminando con el socialismo. Desde que publicó su novela "La habitación roja" en 1879, este escritor se ganó un lugar en el escenario del debate público, según el profesor y crítico literario Ulf Olsson. Strinberg expuso las hipocresías de la sociedad de aquel tiempo y abrazo la causa socialista.

Ícono del movimiento obrero sueco

Strinberg tiene aún fama de ser escritor obrerista, defensor de la causa de las clases populares. Esto ha sido expresado en varios de sus escritos, entre otros, en la pieza teatral "Señorita Julia" que en un principio le fue negado su montaje y publicación, por el tono en que estaba escrita. Es un drama en que la lucha de la clase dominante y la clase dominada se encarna en diversos personajes, cuyo tratamiento es encarado de manera psicologizante.

En "La habitación roja", el papel antagonista recae en personajes pertenecientes a la burguesía y describe en algunos pasajes de la novela la lucha de los trabajadores por hacerce oír, intentando así revertir el orden jerárquico establecido entre grupos aristocráticos y organizaciones obreras.
La novela autobiográfica "El hijo de la sierva", es una obra escrita en tercera persona cuyo protagonista es Johan. La construcción del personaje es descrita mediante la narración sobre una persona producto de las contradicciones sociales de la época. Strindberg expone así, el proceso de socialización al que está expuesto un individio proveniente de un estrato social bajo.
Con la aparición de la novela satírica "Nuevo reino" en 1882, en el que ataca a la clase política de la época y a un reconocido historiador de entonces, Strindberg es criticado hasta el punto que él decide autoexiliarse. Estuvo fuera de Suecia durante seis años junto a Siri Von Essen, su primera esposa.

La extensa obra de Strindberg cuenta con muchos ejemplos que explican el por qué este escritor ha sido considerado un ícono para el movimiento obrerista de la Suecia de finales de los 1800 y principios de los 1900.

Los supuestos pecados de Strindberg

En el prólogo a su libro de narraciones cortas "Casados", publicado en 1884, August Strindberg da su apoyo al derecho a voto de las mujeres, opinión que le pone como feminista en esa época. Sin embargo, esta posición cambió su dirección tras lo que expuso en unos ensayos (Tryckt och otryckt I) que vieron la luz en 1890, en los que expone la idea de la inferioridad de las mujeres frente a los hombres.

Ulf Olsson, en una biografía sobre Strinberg, explica que el autor fue profundamente influenciado por tradiciones misóginas expresadas en los textos del genovés Jean-Jacques Rousseau y del austriaco Otto Weininger que postulaba que la mujer estaba en un estadio inferior en el proceso de evolución en comparación al hombre. Sin embargo, su biógrafo postula que Strindberg fue un antifeminista pero no un misógeno. Otra explicación entregada sobre el supuesto odio del autor a las mujeres, ha sido que Strinberg sufrió profundamente cada uno de sus tres fracasos matrimoniales.

August Strindberg dejó entrever otro de los pecados por los que ha sido acusado: el antisemitismo. En el capítulo "Los judíos" del libro "El pueblo sueco" y también en el capítulo "Moisés" de la publicación "El nuevo reino", Strindberg manifiesta su molestia con la influencia cultural y económica de los judíos radicados en Suecia. Posteriormente en 1884, en un ensayo titulado "Mi odio judío", discute su variado antisemitismo y toma distancia de esta postura.

Las clases populares le dieron su adiós hace cien años. Desde entonces, ha sido tenido como uno de los máximos representantes del movimiento obrero sueco. Sin embargo, sus críticas a las mujeres terminaron por rimar muy mal con los deseos de las actuales organizaciones políticas obreristas de mostrarse públicamente como una posición amiga del feminismo de estos días. De hecho, es justamente desde el movimiento feminista sueco de donde han aparecido la mayor cantidad de críticas a Strindberg. Es por eso que se ha convertido en un personaje incómodo. De cualquier forma, este controversial personaje de quien se dice padecía de esquizofrenia, es considerado por muchos el mayor escritor sueco de todos los tiempos por su fuerza renovadora en el campo artístico.


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