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Amalia Álvarez
Amalia Álvarez escribe una dedicatoria en su libro, después del coloquio en la Biblioteca de Estocolmo. Foto: Marisol Aliaga.
 

31 de marzo de 2014 | ENTREVISTA |

Amalia Álvarez da voz a las mujeres indocumentadas

ESTOCOLMO: La escritora y caricaturista Amalia Álvarez recibió el jueves 27 de marzo el Premio al Libro más leído del Año 2013, en la categoría Caricaturas.

Su libro "Cinco historias de mujeres indocumentadas", con texto y comics de su autoría, narra la historia de cinco mujeres que han estado o están en el país en situación irregular.

"En mi paso por las calles de Suecia, mi nuevo país, conocí a estas cinco mujeres que confiaron sus historias a mí, y que ahora yo confío a ustedes", escribe Amalia al comienzo de su obra.

 

Por: Marisol Aliaga

 

Por sexto año consecutivo, el círculo de lectores Bokcirklar.se eligió los mejores libros del año.

El Gran Premio de los Lectores (Stora Läsarpriset), se otorga en cinco categorías: Novela del Año, Libro para Niños y Adolescentes del Año, Debut del Año, Poemario del Año, Serie de Caricaturas del Año.

En "Cinco historias de mujeres indocumentadas" Amalia Álvarez da voz a aquellas personas que viven en el anonimato, que están a la espera de un permiso de residencia en Suecia, a quienes, con negligencia, se les llama "sin papeles". Y su libro fue acogido calurosamente, tanto por los críticos literarios como por los lectores, quienes lo destacaron como el libro de caricaturas más leído del año.

En el marco de la premiación, se llevó a cabo un coloquio el jueves pasado en la sala Rotundan, de la antigua biblioteca ubicada en la calle Sveavägen, en Estocolmo.

- Amalia les ha dado una voz, les ha dado varias voces, y ellas nos hablan directamente a nosotros, dijo Patrik Schylström, cuando entrevistó a Amalia.

- Aunque ellas tienen un montón de papeles. Sólo que todos los papeles dicen "No", replicó Amalia.

La autora dedicó su premio a "las valientes protagonistas del libro" y contó, muy emocionada, que una de estas mujeres había recibido el permiso de residencia hace exactamente un mes, y ahora se encontraba entre el público. "Este premio es para ti", dijo la escritora, desde el escenario.

En un sueco salpicado de palabras en español, Amalia contó al público un poco acerca de su persona, de cómo fue que comenzó a dibujar y de su próximo libro, que toca el tema de la prostitución.

 

"Cinco historias de mujeres indocumentadas" es uno de esos libros mágicos que nos habla en distintas lenguas. El español, el sueco y el inglés se acomodan elegantemente a las originales caricaturas del libro de tapas negras con texto en blanco.

Y desde sus páginas nos habla Luz María, quien tuvo una hijita en Suecia, pero que tuvo que alejarse de ella y viajar a su país de origen, debido a su situación irregular. "Mi hija nació en un caluroso verano y creció en un largo invierno", nos dice.

También nos llegan voces de mujeres que han sido víctimas de acoso sexual, de quienes han caído en las garras de mafias que practican el tráfico ilegal de personas; y de "esposas importadas", vale decir de aquellas mujeres que tienen que permanecer dos años junto a sus maridos, aunque éstos las maltraten: si solicitan el divorcio antes de este plazo, son expulsadas del país. Las condiciones de vida de algunas mujeres que llegan a Suecia son tales que ellas prefieren el maltrato durante esos dos años, antes que volver a sus países de origen.

Son historias cruentas, arrancadas directamente de la vida real, las que nos narra el libro de Amalia Álvarez. Además de haberse adjudicado el premio al libro de caricaturas más leído del 2013, el magazín literario LitteraturMagazinet ya lo había destacado como el mejor libro de historietas del año pasado.

"Todos quienes están interesados en Suecia deberían leer "Cinco historias de mujeres indocumentadas". Luego podemos discutir acerca de qué sistema, en realidad, hemos construido - y juntos ayudar a destruirlo", escribió LitteraturMagazinet, en la reseña del libro.

Tal vez una de las razones del éxito del libro de comics sea su autenticidad. Annika Hermele y Hanna Johansson, organizadoras del evento literario en la biblioteca de Estocolmo, enfatizaron justamente la importancia de relatos verídicos. "Los lectores quieren relatos verdaderos, con personas de carne y hueso de protagonistas", dijeron ellas.

 

 

Patrik Schylström y Amalia Álvarez
Patrik Schylström entrevista a Amalia Álvarez en Rotundan, en la Biblioteca de Estocolmo. Foto: Marisol Aliaga.

 

 

Al término de la premiación, y después de que ella autografiara libros, Magazín Latino conversó con Amalia.

Aunque esta no es una entrevista como todas. Amalia me pide que no la filme de frente a la cámara. Esto debido a las amenazas que ha recibido, y mientras me explica que no tiene miedo, pero que sí le preocupa su familia, trato de encontrar un ángulo apropiado.

Desde que el partido racista Demócratas de Suecia se instaló en el parlamento sueco, los grupos nazis han aumentado considerablemente en el país, según investigaciones recientes.

Estos grupos han comenzado a amedrentar y a acosar a personas que, como Amalia, luchan por los Derechos Humanos. De hecho, el joven que fue atacado por neonazis después de la manifestación por el Día de la Mujer, en Malmö, aun no se recupera, y continúa hospitalizado. Amalia me cuenta que ella lo conoce.

En 2006 ella recibió el Premio al Coraje Civil, de SAC-syndikalisterna, en memoria de Björn Söderberg, por haber luchado en contra de ataques racistas y sexistas en su lugar de trabajo. Y ya entonces recibió las primeras amenazas.

- Aunque en realidad los chicos nazis me dan pena, me cuenta. Es patético, son chicos que tienen tanta frustración, tanta rabia, y no la saben canalizar. Podrían ser mis vecinos, son chicos como tantos otros.

No obstante, prefiere tomar medidas de seguridad, la ultraderecha tiene como sistema el publicar fotos de las personas que ponen en la mira en los múltiples sitios racistas que existen en la red. Y ante eso es difícil protegerse.

Y me explica que es una pena, porque por una parte desea que su libro sea difundido, pero por otra no puede aparecer con nombre y foto visible en las entrevistas.

 

¿Cómo te sientes, después de haber recibido este premio?

- Me siento bastante bien, pienso que es un reconocimiento, pero un reconocimiento no a mí, sino a la lucha de las mujeres indocumentadas que se plasma en este libro. Yo sólo he dibujado las historias de estas mujeres, pero me siento bastante satisfecha.

- Mas que un premio es un reconocimiento. Es la primera vez que recibo un premio literario en Suecia, aunque ya LitteraturMagazinet había calificado mi libro como la historieta más importante dentro del género realismo social, el año pasado.

 

¿Cómo surgió la idea del libro?

- Surgió hace mucho tiempo. Yo vivo hace trece años acá, y como una emigrante sin contactos, de izquierda, con ideas bien claras al respecto de muchas cosas, por supuesto que me interesaban todas las historias urbanas. Suecia es un país riquísimo en cultura, tenemos muchas religiones, muchas personas que han nacido en otras partes pero que son suecos, se escuchan muchos idiomas en las calles. Existen millones de historias que contar. Yo desde el primer día abrí mis ojos, escuché y comencé a escribir esas historias fantásticas que se desarrollan en este, mi nuevo país.

 

¿Y por qué justamente de mujeres?

- Me interesaba sobre todo la clase trabajadora, la gente pobre que está construyendo este país. Elegí a las mujeres porque me parecía que las historias de ellas eran transversales, en el sentido de que ellas como madres daban cuenta de una realidad que estaban sintiendo los niños, y también podían relatar su situación como mujeres y esposas.


Mujeres indocumentadas…

- Bueno, son mujeres que no tienen tribuna. Son mujeres sin rostro y sus historias son desconocidas, hay mucha ignorancia en Suecia respecto a la situación de ellas. Incluso nosotros, como emigrantes, tendemos a romantizar la historia de las mujeres indocumentadas, así es que yo quise no reivindicar sino más bien darle forma a sus propias historias. En ese sentido quiero ser bien enfática y señalar que el lápiz que se movió para la realización de este libro fueron las historias de estas mujeres, no mi historia.


Parecías muy emocionada

- Si, en efecto hoy fue un día muy emotivo y justamente la recepción del premio es más importante porque hoy se cumple un mes de la resolución del permiso de residencia de una de las mujeres que muestra el libro. La primera historia está dedicada a una mujer que yo la llamo Luz María. Hace exactamente un mes atrás ella me mandó un mensaje contándome que había obtenido el permiso, y eso de alguna manera me llenó de emoción, ella está aquí en estos momentos y el premio es de ella, de las otras mujeres y de todos mis hermanos y mis vecinos indocumentados.

 


La identidad indígena de Amalia es fuerte, y habla con orgullo de sus raíces, tanto en el coloquio como en la entrevista con Magazín Latino. Me cuenta que nació en Chuquicamata, pero toda su familia viene de Toconao, un pueblo precolombino ubicado en el norte de Chile, en la segunda región, al interior de San Pedro de Atacama. Allí habitan los likanantai, que en lengua Kunza - la lengua que hablaban los abuelos de Amalia - significa "hijos del pueblo grande".

- Vengo dibujando desde hace muchos años la historia de los indígenas porque mi familia es indígena, una minoría que en el fondo son una mayoría, en Chile. Cuando me fui a estudiar a la ciudad encontré esas historias de los indígenas urbanos, y también lo dibujé. En el tiempo de la dictadura dibujamos, nosotros los pobres, una historia diferente. Así que también dibujé como nosotros resistíamos. Más tarde, cuando llegué a Suecia, empecé a impregnarme de toda esta gente que son mis vecinos de diferentes culturas y comencé a dibujar también estas historias.


¿Cómo fue que comenzaste a dibujar?

- Bueno, mi padre era un trabajador de Chuquicamata, al igual que lo habían sido mi abuelo y su padre. Pero él también trabajaba en un semanario llamado Oasis, era dibujante de comics. Los trabajadores de la minería son bastante bohemios, y mi mamá se peleaba con mi papá por eso y lo echaba a la calle con la hija menor, que era yo. Para mi papá eso era un premio, se iba a los bares conmigo y allí yo me impregné de ese ambiente, donde mi papá tocaba la guitarra y cantaba. Las mujeres allí me cuidaban y todo era un mundo muy lindo. Después me costó mucho despegarme y desromantizar esa imagen que tenía de mi padre, y ver también lo que sufría mi mamá, desde una perspectiva más feminista. Pero en el fondo yo he sido muy influenciada por este hombre y, bueno, ¡aprendí a dibujar en los bares, con mi papá!


Entonces, eres autodidacta, pero sin duda que el talento lo heredaste de tu padre....

- Sí, talento de mi padre y talento también de las mujeres que me cuidaron en esos bares.

 

La especialidad de Amalia son también los comics, y, como la palabra en español lo revela, los comics son por lo general algo divertido. Ella ha dibujado numerosas caricaturas que tratan de los choques culturales que de hecho se producen, cuando personas desde distintas partes del planeta se encuentran. O se desencuentran. Y que en realidad son cómicos.

- Los desencuentros son fantásticos, porque a partir de los conflictos crece la gente, la sociedad y las historias. Cuando me encuentro con mis amigos y nos damos cuenta de que somos tan diferentes, nos reímos de ello. Hay diferencias también entre el hombre y la mujer. La mujer tiene una manera de comunicarse y los hombres tienen otra, aunque vengan de la misma cultura.


Para terminar, esta entrevista se ha hecho de una forma especial, y se debe a que tú has sido amenazada, ¿qué me puedes comentar al respecto?

- Bueno, el año 20006 recibí el Premio al Coraje Civil, de los sindicalistas. Fui amenazada y ahora hace poco también. Pero mira, yo me he encontrado con personas que se llaman nazis, son jóvenes que tienen muchos problemas sociales, podrían ser mis vecinos, ¿no? Generalmente están desinformados, tienen mucha impotencia frente a este escenario de imposibilidades para la gente joven y es la única manera que ellos pueden canalizar su odio. Está bien tener rabia, pero hay que canalizarla de la manera correcta, no en contra de sus vecinos, y yo en el fondo no soy un buen enemigo. Soy bastante buena amiga pero muy mala enemiga porque no tengo poder, no decido absolutamente nada, así es que, me matan mañana y el mundo no va a cambiar, ¿no? Va a ser un inmigrante menos, pero hay millones de inmigrantes más, yo no soy un buen blanco, para tener odio.


Y tú crees que ellos no siguen una ideología, como me comentabas anteriormente…

- Detrás de ellos hay personas que tienen mucho poder económico y reciben dinero por hacer funcionar el brazo armado de la derecha, porque para mí eso es lo que son. Se ponen diferentes nombres y mandan a sus soldados, que son gente común y corriente ¡jóvenes que están muy desilusionados del sistema y sienten mucha rabia! Y sienten que les están quitando un espacio, se sienten decepcionados y abrigan un odio que van canalizando de la manera equivocada. En Malmö, por ejemplo, hace poco en la madrugada del 9 de marzo un chico fue apuñalado. Yo lo conozco, es un chico fantástico, Showan, un chico maravilloso, tranquilo.

- Lo que yo veo es que los jóvenes pobres se pelean entre ellos, y al final el que decide es el que tiene el poder, se ríe y le importa un carajo que se maten entre ellos, los pobres.

 

El próximo libro trata de historias de mujeres que practican la prostitución…

- Sí. Yo dibujo a mujeres, inmigrantes que no han nacido acá y que tienen entre 25 y 60 años. O sea, no son chicas, son mujeres adultas. Y todos los relatos están basados en historias reales.

 

 

Amalia Álvarez y demás premiados
Amalia Álvarez junto a los otros escritores premiados. Foto: Marisol Aliaga.

 

 

Más información:

Todos los premios (en sueco)

Årets roman:
Mikael Fant: Vattnet i mars
Piratförlaget

Årets barn- och ungdomsbok:
Mats Berggren: Jag ljuger bara på fredagar
Opal förlag

Årets debut:
Toni Rhodin: Rex Mundivalsen
Kira förlag

Årets diktsamling:
Athena Farrokhzad: Vitsvit
Albert Bonniers Förlag

Årets tecknade serie:
Amalia Alvarez: Fem papperslösa kvinnors historier
Seriefrämjandet - Tusen serier

 

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